La canciller alemana Ángela Merkel y el presidente francés Francois Hollande llegaron a Moscú este viernes en la segunda parte de un viaje organizado a toda prisa para intentar detener el creciente conflicto. El día anterior se habían reunido con el mandatario de Ucrania en Kiev.
En Washington, la reunión fue vista con escepticismo.
“No voy a decir que es una señal positiva el que estén escuchando” , dijo Marie Harf, portavoz del Departamento de Estado, refiriéndose a Rusia. “Han estado escuchando. Simplemente no han estado actuando”.
Estados Unidos y otros países occidentales argumentan que Rusia ha suministrado tropas y equipo a los separatistas en el este de Ucrania que han estado luchando contra fuerzas del gobierno ucraniano desde abril. El Kremlin refuta esas afirmaciones.