Por su parte, Osama Edward, director de la Red Asiria de Derechos Humanos, con sede en Suecia, denunció el miércoles que casi mil familias, o sea unas cinco mil personas, habían huido del noreste sirio desde el lunes pasado para refugiarse en las ciudades de Hasake y Qamichli. Osama Edward denunció además el secuestro de 70 a 100 cristianos asirios, “en su mayoría mujeres, niños y ancianos”. “Hay negociaciones a través de mediadores de tribus árabes y una figura de la comunidad asiria para obtener la liberación de los rehenes”, informó el jueves la OSDH.
El grupo Estado Islámico controla 10 aldeas cristianas de la región de Tall Tamer, de la cual los habitantes huyen masivamente.
El puente de Tall Tamer es importante para llegar a la frontera iraquí a partir de la provincia norteña de Alepo, señaló Edward.
Unos 30 mil asirios, una de las comunidades convertidas al cristianismo más antiguas, vivían en Siria, la mayoría en la región de Hasake, antes del inicio del conflicto sirio el 15 de marzo de 2011.