En un principio el USGS (siglas en inglés del servicio) indicó que había sido de magnitud 5.3, pero luego la redujo a 5.0.
El sismo se sintió en ciudades tan lejanas como Kansas City, en Missouri, y en Little Rock, Arkansas.
El Departamento de Policía de Cushing reportó “bastantes daños” a consecuencia de la sacudida, pero por el momento no había detalles.
Un sismo de magnitud 4.5 ocurrió en la parte norte de Oklahoma la semana pasada, con epicentro cerca de Pawnee.
Los científicos han vinculado el fuerte incremento de los sismos en el estado a la eliminación de aguas residuales generadas en la producción de petróleo y gas.
La Comisión de Corporaciones de Oklahoma ha clausurado algunos pozos de eliminación de aguas, y ha ordenado una reducción en la cantidad de líquido colocada en otros.