“Esta misión rescribirá los libros de textos en (lo relacionado a) la evolución de la Luna” , afirmó Maria Zuber, jefa de investigación de GRAIL del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en el noreste de Estados Unidos) , precisando que las naves espaciales estaban funcionando bien por el momento.
La pareja de satélites, del tamaño de una lavadora y valoradas en 500 millones de dólares, fueron lanzadas el 10 de septiembre recién pasado en la primera misión para hacer un mapa de la capa interior de la Luna.
A comienzos de marzo de 2012, las dos sondas espaciales no tripuladas enviarán señales de radio para que los científicos de la Tierra puedan crear un mapa de alta resolución del campo gravitatorio de la Luna, lo que les permitirá entender mejor su subsuelo, así como el origen de otros cuerpos del sistema solar.
La misión debería arrojar luz sobre la parte más inexplorada de la Luna y dar pruebas de la hipótesis de si hubo una segunda Luna que se fusionó con la nuestra.
Las dos sondas tardaron tres meses en cubrir los casi cuatro millones de kilómetros que nos separan de la Luna en lugar del trayecto normal de tres días que toman las misiones tripuladas. La trayectoria más larga permitió a los científicos poner a prueba los dispositivos.
Los científicos creen que la Luna se formó cuando un objeto del tamaño de un planeta chocó con la Tierra, arrojando una gran cantidad de material que finalmente se convirtió en nuestro desolado satélite sin aire.
La forma en que se calentó con el paso del tiempo creando un océano de magma que más tarde cristalizó es todavía un misterio, a pesar de las 109 misiones realizadas desde 1959 para estudiar la Luna y los 12 humanos que han caminado en su superficie.