El satélite tiene como objetivo el predecir los vientos solares y las ejecciones de masa coronal del Sol, así como realizar observaciones sobre la Tierra.
El observatorio se separará de la segunda etapa del cohete 35 minutos después del lanzamiento y se ubicará 110 días más tarde sobre el punto denominado Lagrange 1, un lugar estable del espacio ubicado a 1,5 millón de kilómetros de la Tierra.
El satélite es una misión conjunta de un costo de US$340 millones entre la Nasa, la Agencia oceánica y atmosférica estadounidense (NOOA) y de la fuerza aérea de Estados Unidos.
Al principio, SpaceX preveía recuperar la primera etapa del cohete sobre una plataforma flotante ubicada a unos 600 km de las costas de Florida, poco después de su lanzamiento.
Pero, “desafortunadamente no estamos en condiciones de recuperarlo” , explicó este miércoles la empresa californiana en un comunicado, alegando que en estos momentos en el mar había “olas que alcanzaban la altura de un inmueble de tres pisos”.