Su madre, Sri Devi, acudió el domingo a un huerto cercano y, cuando regresaba a casa, tras beber un poco de agua, empezó a sentir un fuerte dolor en la cabeza, por lo que se ató un pañuelo alrededor y empezó a llamar a su nuera, que acudió corriendo.
“No sé qué pasó, caí inconsciente. Creo que me cortaron el pelo en el momento en el que estaba llamando a mi nuera”, dijo a Efe Devi, de 49 años, después de mostrar su melena cercenada.
Cuando se despertó, el mechón de pelo cortado “aparentemente con unas tijeras” yacía en el suelo en el interior de su casa, donde lograron acostarla antes de que se desmayara, detalló su hijo.
Otros dos casos sucedieron ese mismo día, con historias que se repiten.
Bimla Devi, de 65 años, narró a Efe lo que le ocurrió a su cuñada: “estaba durmiendo. De repente gritó. Cuando sus hijos llegaron se hallaba inconsciente y le habían cortado el pelo.
La mujer aseguró que la vivienda estaba cerrada cuando ocurrió el extraño suceso y nadie pudo entrar o salir, por lo que no se explican qué pudo haber ocurrido.
“La situación está muy mal, todo el mundo tiene miedo. Los niños no van a la escuela, las mujeres no salen de sus casas“, añadió Devi.
En el tercer caso, según rememoraron los vecinos, la víctima estaba en la calle cuando empezó a sentir un fuerte dolor en la cabeza, gritó, se desmayó y cuando acudieron en su ayuda vieron parte de su melena en el suelo.
El pueblo, incapaz de comprender lo que pasa, ha inundado las fachadas de las casas con símbolos de protección contra los malos espíritus, haciendo uso de los amuletos nimbu mirch, un objeto protector hecho con limón y guindillas, o han optado por estampar sus manos en las paredes tras empaparlas con determinadas especias.
El subcomisario Surender Kumar, encargado del área del territorio capitalino donde ocurrieron los hechos, explicó a Efe que por ahora no se han producido arrestos y que solo una familia presentó una denuncia ante la Policía.
“Las víctimas están siendo tratadas por un equipo de médicos del IHBAS” (Instituto del Comportamiento Humano y Ciencias Relacionadas), anotó el subcomisario, sin aportar más detalles.
Delhi fue víctima también en el 2001 de un caso de paranoia colectiva por los conocidos como ataques del ”hombre mono”, que poseía garras metálicas y un físico que combinaba rasgos humanos y de simio, como el dios hindú Hanumam, según narraron entonces algunos testigos.
Entonces murieron al menos dos personas por las avalanchas registradas cuando los habitantes de la capital india trataban de huir de los supuestos ataques de este misterioso agresor.