Pero para los insurgentes -apoyados por Rusia, según los occidentales- la operación de Debaltsevo supone otra victoria militar y un nuevo avance territorial.
Vestido de militar y con el semblante serio, el presidente ucraniano Petro Poroshenko anunció este miércoles la retirada de Debaltsevo desde el aeropuerto de Kiev, antes de viajar a la línea del frente y reunirse con los soldados que dejaron la ciudad.
“Esta mañana, las fuerzas armadas ucranianas y la guardia nacional concluyeron la operación de evacuación planificada y organizada de nuestras unidades militares de Debaltsevo“, dijo Poroshenko.
“En estos momentos, el 80% de nuestras unidades se han ido, esperamos todavía dos convoyes“, añadió.
Poco antes, periodistas de la AFP vieron decenas de tanques, blindados ligeros y vehículos militares ucranianos procedentes de Debaltsevo llegara a Artemivek, una localidad situada a unos 35 kms de distancia.
Los vehículos llevaban a soldados mal afeitados, visiblemente cansados. Una parte de ellos se abalanzó de inmediato hacia las tiendas de alimentación de la localidad.
La ofensiva rebelde contra Debaltsevo había sido lanzada el martes, en el tercer día de una tregua acordada la semana pasada tras una noche de negociaciones en Minsk (Belorrusia) entre los dirigentes ucraniano, ruso, francés y alemán.
– Otan exige retiro de tropas rusas. –
Esta ofensiva y su desenlace han suscitado condenas unánimes en Occidente.
El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, exigió el miércoles a Rusia que retire “todas sus fuerzas militares del este de Ucrania“, “cese su apoyo a los separatistas y respete el alto el fuego acordado en Minsk.
Por su lado la Unión Europea (UE) consideró que la toma de la ciudad por los separatistas es una “clara violación del alto el fuego“, y exigió a los rebeldes que “detengan todas sus actividades militares“.
“Rusia y los separatistas deben inmediata y plenamente aplicar los compromisos adoptados en Minsk (…) empezando por el respeto al alto el fuego y la retirada de todas las armas pesadas“, insistió la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, en un comunicado.
El gobierno alemán también condenó la ofensiva contra Debaltsevo y la consideró ” nefasta para las esperanzas de paz“.
En este contexto de creciente tensión, Poroshenko había reiterado a Washington su demanda de que se le entregue a Ucrania armas defensivas, durante una conversación telefónica el martes por la noche con el vicepresidente Joe Biden.
Pero los dirigentes europeos no renuncian a una solución diplomática. El portavoz del gobierno francés, Stéphane Le Foll, anunció el miércoles que una entrevista telefónica tendrá lugar por la noche entre el presidente francés Franois Hollande, la canciller alemana Angela Merkel y los presidentes ruso Vladimir Putin y ucraniano Petro Poroshenko.
Según París, el acuerdo de Minsk sobre Ucrania ” no está muerto“y Francia ” hará todo para hacerlo vivir“pese a la toma de Debaltsevo.
“Vamos a seguir, sabemos que hay problemas (…) pero entre la situación que había justo antes del acuerdo de Minsk 2 (del 12 de febrero) y la que conocemos, se ha hecho un progreso“, dijo el portavoz francés, y añadió que Francia ha optado, con Alemania, por la “vía diplomática”.
Evacuación apresurada
El Ejército ucraniano evacuó este miércoles a una parte de sus tropas cercadas en Debaltsevo tras la ofensiva de los separatistas prorrusos en esa ciudad estratégica del este de Ucrania.
Las autoridades ucranianas pidieron a Occidente una respuesta “severa” contra Rusia por la entrada de los rebeldes prorrusos en Debaltsevo, situada entre las ciudades de Donetsk y de Lugansk.
Esta ofensiva rebelde tuvo lugar pese a la entrada en vigor de una tregua en el este de Ucrania, alcanzada la semana pasada tras casi 17 horas de negociaciones entre los dirigentes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia.
Kiev y los países occidentales acusan a Rusia de armar a los rebeldes y de haber desplegado tropas en Ucrania pero Moscú lo niega.