Los diputados crimeos aprobaron una convocatoria a un referendo el 25 de mayo próximo para decidir el estatuto de autonomía de esa región, donde ancla la Flota Rusa del Mar Negro.
El 25 de mayo es también la fecha elegida por las nuevas autoridades de Ucrania para celebrar las elecciones presidenciales anticipadas que buscan legitimar la revolución que derribó a Yanukóvich.
El mandatario, cuyo paradero se ignoraba desde hacía cinco días, hizo saber ayer a agencias noticiosas rusas que seguía considerándose presidente y que hoy daría una conferencia de prensa desde territorio ruso.
El presidente interino ucraniano, Alexander Turchínov, advirtió de que cualquier movimiento de la flota rusa “será considerado como una agresión militar”.
La advertencia ocurrió al día siguiente de que el presidente Vladímir Putin puso en estado de alerta a la tropa rusa frente a la frontera de Ucrania, lo que incrementó los temores de maniobras militares para resolver una crisis con visos de guerra fría.
La crisis en Ucrania, un país de 46 millones de habitantes, estalló cuando Yanukóvich decidió en noviembre último dar la espalda a un acuerdo comercial con la Unión Europea para estrechar vínculos con Rusia.
La represión de las protestas en Kiev se saldó la semana última con un baño de sangre que precipitó la destitución del mandatario por el Parlamento.
El Parlamento ucraniano confirmó ayer al gobierno interino, encabezado por el primer ministro Arseni Yatseniuk, de 39 años, quien de inmediato confirmó la nueva orientación proeuropea de ese país.
“Las arcas del Estado están vacías, se han robado todo. No prometo mejoras, ni hoy ni mañana. Nuestro principal objetivo es estabilizar la situación”, dijo Yatseniuk. Ucrania necesita US$75 mil millones, agregó Yatseniuk.
En tanto, los prorrusos tenían tomadas ayer las sedes de gobierno y el Parlamento de Crimea, en su demanda de rechazar a las autoridades que derrocaron a Yanukóvich en Kiev.