Los camiones estaban cubiertos con lonas, excepto uno, en el que se podían ver cajas de municiones amontonadas. En Donetsk, se oyeron disparos de artillería durante la noche, pero con menos intensidad que en la anterior.
La situación sobre el terreno se degradó bruscamente tras las elecciones separatistas del 2 de noviembre, que hicieron pender de un hilo los acuerdos de paz firmados en septiembre por Kiev y los separatistas prorrusos con la participación de Moscú y la OSCE.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió el lunes a Moscú que retire sus tropas en el este de Ucrania e impida la llegada de refuerzos, estimando “muy inquietante” la presencia de tanques detectada la víspera por la OSCE en las regiones separatistas.
La Casa Blanca también se mostró preocupada el domingo por la intensificación de los combates, recordando que cualquier tentativa de los insurgentes de apoderarse de más territorio constituiría una “violación flagrante” de los acuerdos de alto el fuego.