Lo ocurrido ha generado numerosos comentarios en la prensa y en las redes sociales, que ven la actitud de Biden totalmente fuera de lugar. “¿En qué estaba pensando?”, se preguntan algunos.
La Casa Blanca no hizo comentarios al respecto.
De acuerdo con la página web del diario estadounidense el Nuevo Herald, la espontaneidad del vice mandatario no es nueva. Lo sucedido con la esposa del secretario de Defensa fue similar a otra sonada indiscreción del entonces senador Biden en 2006, cuando dijo a un partidario indígena-estadounidense que en Delaware “no se puede entrar a un 7-Eleven o a un Dunkin’ Donuts a menos que tenga un ligero acento indígena”.
En medio de la refriega que resultó, los asistentes de Biden dijeron que sencillamente quería resaltar la dinámica comunidad indígena-estadounidense en su estado natal.