La lluvia dará una tregua a los miles de bomberos que luchan contra los dos principales incendios, los de Valley y Butte, que empezaron el fin de semana provocando un muerto, destruyendo 700 hogares y desplazando a miles de personas.
El incendio de Valley, descrito como el más destructivo que ha golpeado el oeste de Estado Unidos, afectado por la sequía, ha quemado más de 28 mil hectáreas, un área equivalente a tres veces la superficie de París, ha destruido 585 hogares y provocado el desplazamiento de 13 mil personas, según fuentes oficiales.
Este miércoles por la mañana el 30% de este incendio estaba controlado, mientras que el de Butte, que ha quemado unos 72 mil acres, estaba controlado al 40%.