Un actor entraba a un asensor junto a su supuesta pareja y al percatarse de la presencia de alguna persona comenzaba a maltratar, golpear e incluso amenazar de muerta a la mujer.
Fueron unas 52 personas las que presenciaron la escena y solo una mujer reaccionó advirtiendo al supuesto agresor que llamaría a la policía si no detenía el abuso.
La idea, según Konrad Ydhage, cofundador del grupo social, era generar más atención entre las personas sobre la violencia doméstica, según una publicación del diario The Independent.
Según Ydhage, los actores hablaron después con las personas que no reaccionaron y la mayoría aseguró tener vergüenza.
“Algunos afirmaron que iban a llamar a la policía, pero creemos que mintieron. Lo grabamos durante dos días y la policía nunca llegó”, dijo.