El zoo recibió en abril un macho purasangre, que cuenta con una mayor prioridad para reproducirse, según el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP).
“Si conseguimos una hembra no podremos mantenerlo, porque tendríamos dos machos que lucharían entre sí”, dijo la cuidadora del parque Janni Loejtved Poulsen.
Si el programa europeo no encuentra un nuevo hogar para Marius, el zoológico de Jyllands lo sacrificará, añadió.
Sorpresivamente, el presidente checheno Ramzan Kadyrov, cuyas milicias prorrusas están acusadas de ejecuciones extrajudiciales en Chechenia, se ofreció a acoger al animal.
“Me he enterado con emoción de que Dinamarca tiene la intención de privar de vida a otra jirafa”, dijo Kadyrov en su cuenta de Instagram.
“Por humanismo, estoy dispuesto a acoger a Marius”, añadió el líder checheno, que promete garantizarle unas buenas condiciones al animal.
El director científico de otro zoológico danés mató la semana pasada a la otra jirafa Marius, de 18 meses de edad, para evitar la consanguinidad entre ejemplares de esta especie.
Tras ser sacrificado, el zoo realizó una autopsia del animal en público. El cuerpo despedazado del animal se utilizó para alimentar a las fieras del parque, una escena que Kadyrov lamentó como “un espectáculo sanguinario”.