“Cada día es como una bendición ya que la expectativa de vida para los animales con esta condición es de uno a cuatro días” , dijo Stevens, mientras acariciaba la piel sedosa del animalito sobre su falda. “Todos los días doy gracias a Dios de tenerlo todavía” .
El criador de Frank and Louie lo había llevado a la Escuela Cummings de Medicina Veterinaria, en la Universidad Tufts, donde Stevens trabajaba en ese entonces, para sacrificar al animal de un día de vida. Stevens se ofreció a llevárselo a su casa pero los expertos le dijeron que no se hiciera muchas esperanzas.
Los gatos Jano casi nunca sobreviven y la mayoría tiene numerosos defectos congénitos. La condición es resultado de un defecto genético que desencadena una producción excesiva de cierto tipo de proteína.
Pero Frank and Louie no padecía la mayoría de los problemas comunes a los gatos Jano. Stevens usó tubos de alimentación para criarlo durante tres meses.
“La condición es muy rara, y creo que el hecho de que este gato haya crecido como un adulto sano es notable” , comentó el doctor Armelle deLaforcade, profesor adjunto de Cummings y director del servicio de emergencia.