Luego que los empleados del lugar cerrarán las puertas del local, el hambriento ladrón salió del baño y decidió consumir platillos dignos de un rey.
Entre las comidas que se preparó el hombre estaban: seis gansos, tres patos, seis libras de grasa e hígado de ganso. Estos los combinó con cuatro frascos de pepinillos, semillas de sésamo y mantequilla.
“El ladrón no se comió todo lo que preparó, dejó restos de varios platillos”, dijo el vocero de la policía Tomás Hulan.
El “comelón” fue capturado en el interior del lugar luego que uno de los empleados llamara a las autoridades para denunciar el hecho.
Ahora el hombre enfrenta dos años de prisión y debe pagar más de US$800 por lo consumido y por los daños causados al restaurante.