SIEMPRE VERDE

1,095 días en resistencia

Magalí Rey Rosa

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Yo no sé cómo está la memoria del pueblo de Guatemala. Por eso voy a recordarle sobre la Resistencia Pacífica de La Puya, que está a punto de cumplir 3 años de haberse iniciado. Los vecinos y vecinas de San José del Golfo y San Pedro Ayampuc se oponen pacíficamente a la explotación de su territorio para extraer oro y plata. Desde el principio fueron engañados y defraudados por el gobierno de Guatemala y el sector minero. La compañía minera disfrazó sus verdaderas intenciones cuando necesitaba acercarse y adquirir tierras, pues se presentó como promotora de proyectos agrícolas. El gobierno no respetó el derecho de la población a la consulta, mecanismo que hubiera garantizado su derecho a la información y concedió una licencia de exploración de metales a sus espaldas. Pero la población ya sabía sobre la industria minera y, desde que se hizo pública la licencia, se opuso a la explotación. Luego de meses de engaños y trucos, la población tapó la entrada a la mina (ojo: nunca tapó una vía de locomoción), el 2 de marzo del 2012. Ese día nació la Resistencia Pacífica.

Consideremos los siguientes datos: 1. Se trata de minería metálica a cielo abierto y de túneles, la cual usa explosivos y cianuro, además de enormes cantidades de agua. 2. En la región más seca del país. 3. Licenciada gracias a la peor Evaluación de Impacto Ambiental aprobada en Guatemala. 4. La primera de 20 licencias similares para la misma región. 5. Eso significa 20 veces más destrucción, explosivos, químicos tóxicos y 20 veces más agua contaminada ¡en la misma región!

El agua es casi siempre el tema más sensible en minería metálica; en este caso es mucho más delicado, pues el agua de la región tiene naturalmente elevados índices de arsénico. El arsénico es tóxico. Esto preocupa a sus habitantes. Es una condición natural difícil, con la que tiene que lidiar para poder vivir allá. Pero no por eso esperaban que su propio gobierno los condenara al infierno que llegó con los proyectos mineros. Porque además de destrucción y contaminación ambiental llegaron también la violencia, la desconfianza, la división social y el conflicto. En este caso particularmente, ya que la operadora local, Exmingua, operada por militares retirados, tiene mucha experiencia en ciertas áreas y un peculiar estilo de proceder. Ese estilito de marras quedó grabado (http://youtu.be/0nYwlTR9vog) cuando los cantos religiosos de las mujeres que encabezan la resistencia enloqueció al gerente de operaciones mineras, exteniente Silas Orozco, y lo hizo perder los estribos al ver que no respondían a sus provocaciones. Semanas más tarde llegaron las fuerzas de seguridad —para proteger los derechos y la seguridad de la compañía minera— y a golpes y gases lacrimógenos sobre la población rompieron el cerco y entraron a la mina, bajo pretexto de obstrucción de libre locomoción… El Gobierno sigue protegiendo a la explotadora de metales. Por eso ¡la población sigue en resistencia! y nos invita a acompañarles en su aniversario este 1 de marzo, con una marcha que saldrá desde San José del Golfo hacia La Puya, a las 8 horas. Luego habrá música y poesía para celebrar la dignidad de las y los guatemaltecos que se atreven a defender su Tierra y su hogar.

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