Abordando inequidades
El abordaje de las inequidades es integral y toma tiempo. Hoy, la democracia es un instrumento político que dota a la ciudadanía de herramientas para precisamente romper, sin violencia, con las inequidades e injusticias arraigadas en sociedades con poder concentrado. Los mercados permiten también —en lo económico— buscar la emancipación individual. Poder político concentrado es la antítesis de la democracia. Mercados concentrados (monopolios, oligopolios y monopsonios) son la antítesis de la libre competencia. Desde hace poco se evidencia que la democracia y los mercados son capturados muchas veces en detrimento del resto, precisamente por minar sus capacidades de incidir en lo político y sus oportunidades de crecer en lo económico.
Las inequidades pueden cultivar movimientos revolucionarios violentos como la revolución francesa, mexicana y cubana o la lucha de derechos civiles en EE. UU. En Guatemala el intento de revolución a favor de la democracia en 1944 se truncó por muchos motivos que convergieron en el momento histórico, incluyendo la geopolítica imperante. El movimiento guerrillero surge consecuentemente, finalizado políticamente en 1996 con la firma de los acuerdos de paz.
Hoy, a más de 50 años de esa revolución truncada, y a más de 15 del fin de la “guerra interna” que dejó más penas que glorias, el reto de Guatemala es usar la democracia como herramienta para romper con el poder concentrado. Dentro de las propuestas para cambiar esa estructura se debe pensar en políticas de Estado (no de un gobierno) integrales y sostenidas en el tiempo. Existen experiencias históricas que brindan lecciones de las que Guatemala puede aprender.
Todos los actores podemos aportar algo para ir reduciendo las inequidades en el país y el poder económico y político concentrado. Para ello se requiere del accionar político, social e individual, desterrando la cultura de exclusión. La construcción de espacios de encuentro que generen confianza y permitan conocernos entre guatemaltecos (as), la intervención exógena a los mercados a través de regulación, imposición fiscal así como brindar servicios públicos en especie para quienes menos acceso tienen a oportunidades de competir en lo económico y de tener voz política son otras medidas. Abordar las inequidades también requiere de un modelo educativo y de construcción cultural que apunte a la inclusión, la solidaridad y la equidad. Derechos que cada ciudadano (a) tiene y que si no los ve, debe luchar para obtener. La vía democrática es un camino, la de la revolución violenta una consecuencia.
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