una empresa exportadora de semilla de Marigold, que es consumida principalmente en países desarrollados. Un negocio muy rentable en esos tiempos. Esta empresa tenía la política de aumentar anualmente un porcentaje del salario a sus trabajadores, pero era famosa por despedir constantemente a sus agrónomos cuando estos habían alcanzado un salario relativamente alto, resultado de su productividad. Con esta política laboral, la empresa perdía cada cierto tiempo una buena parte de sus conocimientos, al extremo de que hoy día esta operación ya no existe. Después de ser una empresa agrícola muy exitosa y de alto crecimiento y ser la finca más grande bajo invernaderos de Centroamérica, terminó como una organización deficiente y nada rentable.

Por el contrario, otra empresa que trabaja productos similares, fiel cuidadora de su recurso humano, trabaja con agrónomos con más de 25 años de experiencia y con un caudal enorme de conocimientos. El resultado: empresa muy estable que en la actualidad es un ejemplo de rentabilidad.

Esta comparación permite visualizar la importancia de la gestión del conocimiento dentro de las empresas. La antigüedad de los colaboradores en constante capacitación es de suma importancia para el desarrollo de las organizaciones.

Guatemala atraviesa en la actualidad por una gran problemática laboral. A finales de los años 90, la administración pública, en el afán de revitalizar el pensamiento estratégico laboral, contrató gran cantidad de personal mediante el renglón 029. Bajo esta partida presupuestaria se contrata personal en forma profesional, sin ningún tipo de prestaciones. La iniciativa privada de inmediato reaccionó y contrató personal en la misma forma, que le permite ahorrarse el pago de prestaciones laborales y cierta reserva en el pago de impuestos, ya que logra presupuestarlo como un costo facturado. Esto provoca la erosión del talento humano en las empresas e instituciones y ocasiona la migración de trabajadores de una empresa a otra con considerable pérdida del conocimiento.

Sería ideal que todas las empresas implementaran un departamento de “Gestión del conocimiento”, que permita sistematizar todas las experiencias adquiridas por los trabajadores de sus diferentes departamentos para reaccionar más rápido ante tareas repetitivas, proyectos innovadores o crisis institucionales.

Ya lo ha mencionado Peter Drucker, que el poder en el futuro dentro de las empresas estará en el conocimiento y no en lo económico, por lo que debemos visualizar atesorarnos de este tipo de recursos para bien de nuestras instituciones. El dinero compra voluntades, pero no principios ni valores.