Las ONG ambientalistas de Guatemala han enfrentado por mucho tiempo una serie de desafíos con el fin de preservar los hermosos bosques que nos rodean y el medio ambiente en general. El reto más grande para las ONG ha sido lograr su sostenibilidad, acceder a recursos financieros que les permitan cumplir con sus metas y mejorar el impacto de sus proyectos. No obstante, el terreno se ha tornado en los últimos años más y más borrascoso. La falta de capacitación organizacional, en la administración y procedimientos claros para el manejo de diversas actividades, son algunos de los limitantes con los que se enfrentan. Las organizaciones, en su gran mayoría, están conscientes de ello, y saben que pueden mejorar sus capacidades si cuentan con una mejor estructuración administrativa, efectividad y sostenibilidad financiera a corto, mediano y largo plazos.

Para llenar este vacío, el programa Clima Naturaleza y Comunidades en Guatemala (CNCG), liderado por Rainforest Alliance (RA) y apoyado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), se ha propuesto ayudar a una serie de ONG ambientalistas a mejorar sus capacidades administrativas y técnicas, y va enfocada al fortalecimiento organizacional, al fortalecimiento de capacidades técnicas y al fortalecimiento de capacidades fiscales y empresariales. Para ello fue contratada PricewaterhouseCoopers, una de las firmas de servicios profesionales más importantes y prestigiosas del mundo que presta servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento legal y fiscal a las principales compañías, instituciones y gobiernos a nivel global.

Ahora más que nunca se abre la puerta para que las organizaciones ambientalistas se vuelvan más competitivas. Un claro ejemplo lo vemos con Jimy Iván Chubleal, de Asociación Fundalachuá, en las Verapaces, quien relata que a través del diagnóstico proporcionado por la empresa auditora vieron la necesidad de implementar nuevos procesos administrativos. CNCG les proporcionó a un asistente en esta rama que les permitiera implementar las recomendaciones de la empresa y se les creó una nueva infraestructura organizacional. Fue así como obtuvieron una nueva escala salarial, políticas y procesos para trabajar con sus empleados y su Junta Directiva. La estructura organizacional obtenida les ayudará de ahora en adelante, especialmente después de la noticia de que con el chocolate que la ecorregión Lachuá produce, hizo que un chocolatero de Canadá, de la empresa Sirene, ganara una medalla de plata contra todos los fabricantes de chocolate de Nueva York. Sirene utilizó el 73% del cacao de la región, motivo de orgullo para Guatemala, llegando la noticia a nivel internacional. Chubleal, con sus ojos chispeantes llenos de emoción, comenta que en tan solo dos años de experiencia ya se alcanzó una medalla de plata con el cacao que producen, y ahora su motivación es aún mayor para mejorar sus exportaciones.

Historias como estas, que ayudan a mejorar nuestras capacidades, son claves para que sigamos motivándonos en hacer cada vez más grande a nuestro país.