Amor por Guatemala

|

Como él lo manifiesta, acepta invitaciones en el extranjero para hablar de la democracia en América Latina.

Su actitud me recuerda que Aristodemo tiene en suerte encontrarse a Sócrates bien lavado y calzado de sandalias, cosas que hacía raramente y al inquirirle la razón responde que hay que ir bello a la casa del bello. No sé ni me lo cuestiono, si con la búsqueda de vientos nuevos  pretende ganar la partida a todos sus detractores en su periplo por Myanmar, Vietnam, Malasia y Laos.

El  periplo de sus viajes en el último año de gobierno de Otto Pérez Molina lo mantendrá alejado de su amada Guate-malita en busca de nuevos amores.

De igual manera Ed Mulet habla de su amada Guatemala diciendo que se ha convertido en violenta, desnutrida, retrasada y corrupta. Habla que la han mancillado unos que se dicen patriotas y otros que dicen líderes.

Sin embargo,  cuando patriotas, líderes o quien quiera dan las espaldas  cuando se trata de amar a Guatemala y la génesis de su mente está orientada a convertir a su país  en una ménade,  en una mezcla de locura y desenfreno.

No se ama a Guatemala siendo partidario o detractor del Gobierno. Tampoco se ama a Guatemala cuando se escriben discursos con un alarde retórico del que está libre de pecado para arrojar la primera piedra.

Creo que esos discursos nos marean al querer  indicar que no estamos donde debemos estar y que esa falsa victoria psicológica de aquellos que se van o que regresan a las arras de la patria no han distinguido si han contribuido a ennoblecerla o mancillarla.

No sé si leer entre líneas con el temor a equivocarme la actitud de aquel que pone a la amada en un pedestal y cuando ha conseguido lo que quiere lo pone a limpiarlo.

Amar a Guatemala  no es apoyar mezquinos intereses  bajo una lupa de una interpretación cínica de la realidad o porque hay compromisos que dan forma a la manera de comportarse de cada quien en la atmósfera electoral del 2015.

Amar no es amar lo bello, ni bueno, ni feo ni malo,  sino algo intermedio entre los dos extremos.

jomiarbo@gmail.com

ESCRITO POR:

José Miguel Argueta

Profesor universitario del curso Unión Europea. Formación doctoral en Derecho en la Universidad Francisco Marroquín y Comunicación Estratégica en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Politólogo de profesión.