CABLE A TIERRA
Amordazar a la sociedad
La arremetida del #PactoDeCorruptos sigue en progreso. Enero 2019 será un mes que puede traer cambios en la correlación de fuerzas tanto a escala global como local y se blindan frente a la posibilidad de que les sea adverso. Por eso han acelerado el ritmo con el que pervierten todas las herramientas que ofrece el sistema democrático para prolongar su control, hasta que puedan asegurarse un ciclo más de impunidad.
Está visto también que no están dispuestos, por lo menos todavía, a romper abiertamente el orden constitucional, aunque ya lo sabotearon con las abiertas desobediencias a una Corte de Constitucionalidad que parece haber caído en un sueño negacionista. Vemos a todos estos actores jugar en un limbo peligroso donde todo el ordenamiento de Estado que conocemos parece ser, pero ya no es. Están modelando su cleptoestado a su plena medida y ya sin careta. Decepcionante, eso sí, fue ver a la comunidad de países de Iberoamérica consentir con su presencia esta terrible situación que se gesta en Centro América y que solo anticipa que más pronto que tarde, el Istmo se volverá a convertir en una terrible zona de inestabilidad para la región. ¡Vaya desatino y falta de tacto político el traer este evento a Guatemala! Lástima que el Volcán de Fuego no hiciera erupción unos días antes.
A la par que el #PactoDeCorruptos consolida a sus cuadros en puestos claves, emplea la discusión del presupuesto para asfixiar a las entidades que han expresado su disenso: la Usac, la PDH y el sistema de justicia se ven parcialmente afectados, mientras premian con recursos de nuestros impuestos a organizaciones no gubernamentales, fundaciones y otras instancias que les hacen la comparsa. Están usando los recursos de nuestros impuestos para cimentar e imponer su poder sobre la mayoría de la población que rechaza este estado de cosas. Por esta razón, me manifiesto abiertamente en contra de que se apruebe este presupuesto, que, además, está nuevamente desfinanciado y cuyo destino de gasto no favorecerá en absoluto a la población. Hay partidos y personajes en el Congreso que podrían denegar su voto al presupuesto 2019 y con eso replantear un poco el escenario electoral: ¿lo harán?
Lo siguiente que viene es un nuevo intento para amordazar a la sociedad y sus expresiones organizadas más beligerantes. Acá no quieren ciudadanos pensantes y con capacidad para hacerles contrapeso. Solo quieren siervos que tributen, al mejor estilo medieval. Por eso, cual filibusteros, quieren robarse la marca de la Filgua y usufructuar el trabajo tesonero que ha llevado la gremial de editores por tanto tiempo para darle forma y contenido a ese evento que acerca la literatura y el pensamiento a las capas medias y medio altas urbanas. Quieren asfixiar a la universidad pública y dejar sin oportunidades de educación superior a la juventud; todo porque la Usac ha sido cumplidora de su mandato de ser una universidad al servicio de la población y no plegada a los corruptos. Quieren callar al Procurador de los Derechos Humanos; ahogar financieramente medios de comunicación y sacan del ruedo a periodistas independientes. ¡Ahora, quieren vetar, amordazar y cancelar a las organizaciones no gubernamentales, con legislación que los faculta a proceder contra cualquier entidad que se oponga a sus designios!
Una abierta confabulación contra las libertades de pensar, de disentir. Un veto tácito al ejercicio de nuestros derechos civiles. A este paso, participar políticamente también llegará a ser un delito. ¿Por qué no reaccionamos si estamos viendo que se abre frente a nosotros la senda de la dictadura, aunque no le pongan tal nombre?
karin.slowing@gmail.com