Últimamente han salido a luz megaescándalos de lavado de dinero, narcotráfico, crimen organizado y delitos que verdaderamente deben hacernos un llamado de atención sobre la importancia de los cargos ediles. En el artículo 43, del Código Municipal, se enumeran los requisitos para optar al cargo de alcalde: a) Ser guatemalteco y vecino del distrito municipal. b) Estar en el goce de sus derechos políticos. c) Saber leer y escribir.

Debemos observar antes de elegir a una persona su honorabilidad, trayectoria, idoneidad, liderazgo social, factores que deberían ser indispensables para optar a un cargo de esta naturaleza.

Para muestra, las últimas investigaciones vinculan al alcalde de Puerto San José, Jorge Alberto Rizzo, por los supuestos delitos de asociación ilícita y lavado de dinero. El derroche era tal, que la esposa del flamante alcalde contrató por US$100 mil al Buki, para una presentación privada. Mientras tanto vemos un Puerto de San José hundido en la suciedad, calles destruidas y sin drenajes.

Por otro lado, el caso de Adolfo Vivar, exalcalde de Antigua Guatemala, también acusado de lavado de dinero. Ahora pretende heredar la dinastía a su hija Daniela Vivar, que se postula para alcaldesa de esa ciudad, que actualmente se encuentra abandonada. Se creen reyes y piensan que pueden heredar el puesto a sus familiares, igual que Arnoldo Medrano, de Chinautla, señalado de dirigir una estructura de nepotismo desde la silla edil.

Y qué tal el Júnior, alcalde de Mixco, que aparte de no haber hecho nada por su municipio, tiene el descaro de pasearse en coches de superlujo. Y me pregunto si este señor es casado, o quién es una señora Stella Alonzo con la que anda de la mano por todos lados. Por lo visto sigue el ejemplo de su padre, porque lo que se hereda no se hurta, aunque por el tipo de familia tal vez sí es un hurto.

Para cerrar con broche de oro, se ve un exalcalde de Santa Catarina Pinula, que renuncio para optar a la alcaldía capitalina. Me molestó mucho ver la entrevista de Eduardo Baldizán del programa Cara a cara (por cierto, mis respetos para este gran periodista que sí hace su trabajo como debe ser, único en Guatemala) donde el señor Antonio Coro lució mal, primero porque es evidente que está utilizando la alcaldía como trampolín para ser Presidente de la República, y luce oportunista haberse cambiado a su conveniencia de partido político, en tres ocasiones. Quedó muy claro que Coro utiliza la construcción de escuelas únicamente para ganar votos. Y que tampoco responderá por la honorabilidad de sus concejales. Al foro de Baldizán estaba también invitada la “políglota” Anabella de León, que declinó su participación. Y Luis Enrique Cruz, quien se autodenomina Veneno, ¡vaya sobrenombre! Qué triste que haya utilizado un programa de televisión solo para darse a conocer y luego lanzar su candidatura.

Necesitamos alcaldes comprometidos con sus distritos, que realicen una labor integral en cuanto a transporte, policía municipal de tránsito, tratamiento de aguas, drenajes, limpieza de las calles y áreas verdes. ¿Es mucho pedir?

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