IMAGEN ES PERCEPCIÓN

Buena imagen empresarial

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La clave para lograr una buena imagen corporativa es alcanzar un equilibrio entre los aspectos de forma y fondo de un negocio.

Cuando hablamos del fondo, se alude a la calidad de un producto o servicio. Obviamente esto es determinante para lograr la satisfacción del cliente, ya que sin factores cualitativos es imposible mantenerse dentro de un mercado por mucho tiempo. Si se cumplen los requisitos de calidad, entonces se pasa al siguiente nivel: la forma, es decir, la imagen integral que percibirán los clientes reales y potenciales. Ambos factores deberán marcar la diferencia en la competitividad con empresas similares, ofreciendo un valor agregado y un excelente servicio al cliente. Por esta razón, el diseño de una imagen corporativa atractiva y bien proyectada es lo que hace la diferencia entre una gran empresa y otros negocios mediocres, porque los clientes siempre se inclinarán hacia la marca que se presente impecable en todos los aspectos posibles.

Dicen que los pequeños detalles son los que hacen a las grandes empresas. Por ejemplo, hace algunas semanas tuve ciertos problemas con mi servicio de cable y si no hubiese sido porque la empresa que tengo contratada tiene una persona dedicada al servicio al cliente, posiblemente no se hubiera solucionado mi problema ágilmente. Por cierto, felicito a la señorita Claudia Masis, representante de esa empresa, por su apoyo y excelente trabajo. Por ello siempre hago énfasis en el recurso humano, catalogado el bien más importante de un negocio.

La imagen corporativa influye en todos los aspectos que conforman una empresa, por esta razón es importante que todo el personal que forma parte del mismo se comprometa a generar ante los clientes y público una buena imagen, que no se produce al azar, sino debe ser previamente creada, diseñada y evaluada constantemente para posicionarse exitosamente en el mercado. Para esto, es necesario conjugar todos los elementos adecuados para afianzar la marca y cómo quiere darla a conocer. Es aquí donde debe entenderse que la imagen empresarial comunica, a través de las diferentes líneas imagológicas que abarcan la imagen corporativa; tales como infraestructura, marca, eslogan, filosofía, tecnología, publicidad, envoltorios, etcétera. Pero fundamentalmente la comunicación, actitud y presentación personal del recurso humano, es decisivo para el éxito. Porque el aspecto comunicacional es el que se emplea para las ventas y la atención al cliente.

Recordemos entonces que una empresa en gran medida es lo que se percibe de ella, además de los productos y servicios que ofrece. Una imagen congruente, sólida y representativa de la actividad a la que se dedica, y la forma como da a conocer su filosofía de trabajo, constituye un valor fundamental en el posicionamiento del sector empresarial al que pertenece y la hace particularizarse de la competencia.

Por último, considero que la responsabilidad social corporativa contribuye al mejoramiento social, económico y ambiental de un país; esto agrega un gran valor a cualquier institución, sobre todo en países como Guatemala, donde el Estado es incapaz de cubrir las necesidades básicas del grueso de la población. Generan muy buena imagen las empresas que se preocupan por contribuir a la salud, la educación, la cultura, el deporte, entre otros.

En países como Italia, las empresas contribuyen con el patrimonio cultural de ese país. Aportando recursos —por ejemplo—, la empresa Fendi patrocinó la restauración de la Fontana di Trevi; imagine la proyección que logro esta marca y la imagen que generaron al mundo entero con esta acción.

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.