ColaboraciónGuatemala dentro del “mundo civilizado”

Susana Barrios Beltranena

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El Presidente Bush y líderes europeos, entre otros, han expresado su preocupación por la ola de terror existente contra el ?mundo civilizado?.

Habría que preguntarse lo que desean expresar con ello, para saber cuáles son los países catalogados dentro del privilegiado mundo al cual se refieren.

¿En qué está basada la ?civilización? mencionada? ¿Se refieren a una civilización económica, geográfica, política, histórica, religiosa? ¿O sencillamente a la posición tomada por los países en su declaración sobre la lucha contra el terrorismo?

?Mundo Civilizado? es una definición abstracta, porque limita un término amplio a una posición política específica. Este ?slogan? es demasiado superficial.

Las civilizaciones a través de la historia fueron tan diversas como rincones hay en el mundo. Las grandes civilizaciones tuvieron, sin embargo, componentes comunes: una economía fuerte, un mayor poder militar respecto de sus vecinos, habiendo sido ambos utilizados para expandir su cultura y su religión.

Estas civilizaciones definieron  sus valores según sus creencias y realidades, consecuentemente estas culturas diferían las unas de las otras.  ?Ser? civilizado significaba, entonces, vivir de acuerdo con los valores existentes dentro de su propia sociedad. A los efectos de actualizar esta definición, deberíamos agregar dos elementos más: democracia y respeto a los Derechos Humanos.

Si es así, Guatemala quedaría, sin duda, al margen del grupo de naciones que forman parte del ?Mundo Civilizado?.

Los fenómenos sociales tales como el analfabetismo, la delincuencia, criminalidad, exclusión social, racismo y pobreza, entre otros, no olvidando la corrupción y la violación a los Derechos Humanos más elementales, predominan en nuestro país. Estos ?fenómenos sociales? son el barómetro del nivel de ?incivilización?.

Lógicamente, los guatemaltecos vivimos y actuamos según los valores dados por la gama de fenómenos a nuestro alrededor. Considerarnos ?civilizados? es, en mi opinión, un tanto cuestionable.

Sin embargo, poco después del atentado terrorista en Estados Unidos, se nos incluye voluntariamente como parte del ?Mundo Civilizado?. El verdadero riesgo radica en aceptarlo como verdad, desconociendo nuestra propia realidad. Una realidad que imperiosamente necesita ser reconocida, aislada y transformada.

Descansarnos en los ?laureles? que se nos han otorgado en este proceso de crisis mundial implicaría dilatar aún más la toma de conciencia del pueblo guatemalteco para asumir su responsabilidad de encausar a Guatemala en el camino de la verdad y la justicia, y así acercarnos a ese tan anhelado ?Mundo Civilizado?.

Nuestra incapacidad reside en creer que no somos capaces.

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