REGISTRO AKÁSICO

A cada lado: Guatemala y México

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La discusión sobre el territorio nacional encuentra nueva materia al buscar posibilidades de proyección internacional, gracias a las puntualizaciones hechas por el embajador mexicano Romeo Ruiz Armento sobre la frontera común. Tren maya y corredor transítsmico modificarán la movilidad en el vecino país, en las cercanías del país. Se puede optar entre mantenerse al margen o buscar la complementariedad económica.

' Lo peor es carecer de propósitos para engrandecer la patria con buena relación con los vecinos.

Antonio Mosquera Aguilar

Frente a estas dos grandes obras vale interrogarse sobre la conectividad. Primero, es posible construir un ramal ferroviario desde la bahía de Amatique a Calakmul. Obviamente debería tener fases: 1) Calakmul a El Mirador, 2) El Mirador a Flores, 3) Flores a Fray Bartolomé de las Casas, 4) Fray Bartolomé de las Casas a El Estor, 5) El Estor a Lívingston. Segundo, el presidente Giammattei propone la creación de una zona franca que seguramente podrá generar industria con transporte de salida de su producción a través del corredor transítsmico. En ambos proyectos se está hablando de miles de millones de dólares. Por ello, no es un juego ni debe tomarse a la ligera.

El Estado mexicano de Chiapas y Guatemala podrían elevar el nivel de relación económica y dinamizar sus respectivas economías. Los pequeños financiamientos no llenan un enfoque de futuro. No basta con el generoso fondo de US$30 millones que ha destinado el gobierno mexicano para generación de empleo. El gobierno del país debería también poner su parte como fue el compromiso. Sin embargo, el punto es contar con una visión de cien años para el desarrollo en ambos lados de la frontera. Nuestro país, debería señalar con claridad las aspiraciones de inversión pública que concretarán la complementariedad económica. Obvio, con respeto a la naturaleza, llevando adelante la iniciativa de protección de la cuenca binacional del Usumacinta.

El crecimiento demográfico se expresa en la migración. Los países centroamericanos se han vuelto expulsores de población y llama la atención cuando se convirtió en un fenómeno de masas. No hay necesidad de conceptos tales como porosidad, pasos ciegos y mucho menos cruces ilegales. Los guatemaltecos y sus hermanos centroamericanos tienen el derecho humano a migrar. Se debe atender el ejercicio de ese derecho para que sea ordenado, documentado y seguro. La migración interfronteriza es un fenómeno humano presente por más de cien años, desde el trazo de la frontera común. Es una frontera de relacionamiento, no puede pensarse en un muro a la Trump

Guatemala además necesita reordenar su división político administrativa. No es posible continuar con un departamento del tamaño del Petén. Este debe ser dividido en cuando menos, cuatro departamentos. Con ello se recobrará la gobernanza en su dilatada extensión, se podrán especializar los futuros departamentos en el tratamiento de sus fortalezas productivas, relación internacional, protección de la naturaleza y cuidado turístico cultural.

La gobernación departamental es una herencia del Fomento y Desarrollo del Petén, FYDEP. Esa oficina casi siempre en manos de un militar, servía de administrador de los negocios predatorios al margen legal. Ese gran departamento contaba con un 99% de cobertura selvática a mediados del siglo XX. La preciosa obra de Virgilio Rodríguez Macal, Guayacán, termina la segunda parte con la desafortunada celebración de la selva destruida, llena de plantaciones y ganadería. No llegó a ver desde la cima de la pirámide donde hace su narración final, el desconsuelo por la narcoactividad. Basta de abandono, se exige una visión sobre el territorio colindante con México.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.