MIRADOR

Apocalipsis en Narnia

La hoja de ruta electoral nos lleva a algún lugar recóndito, fantasioso y desconocido que no se parece en nada a lo que debiera ser un espacio de reflexión racional y meditada sobre el futuro del país, que falta nos hace.

' Esto sería un perfecto y exitoso monólogo de stand-up, si no fuera porque llora sangre tanta estupidez, incapacidad, mediocridad, populismo, tropicalismo y bananerismo.

Pedro Trujillo

La candidata Torres, “Sandra la desenfrenada”, propone en Twitter, cada 15 minutos, una ocurrencia nueva: quita el IVA, duplica la pensión a los jubilados o propone arreglar el problema del tráfico con transporte colectivo, entre otras “novedades”. Dos respuestas omite sistemáticamente: de dónde piensa sacar el dinero y por qué no lo hizo en todos los años de gobierno de la UNE, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo y municipal, donde contó con al menos un tercio de los diputados y alcaldes. ¿Cuántas deudas por pagar y cuánto botox más deberemos soportar?

“Zury la prudente”, pasa el tiempo sin apenas decir nada, mientras exhibe sombreros aristocráticos propios de eventos en cortes sajonas o largos vestidos de hechura decimonónicas ¡Ven HOLA, que habemus reportaje!, porque propuestas de campaña nell.

Don Manuel Villacorta, “el jubilado progre”, critica el transfuguismo sin advertir —o se hace el loco— que está en un partido de tránsfugas de la UNE y que él mismo es uno de Winaq, como Aldo.

Pineda, “el rey sol tropical”, cree que la labia es la llave de entrada a todas partes y agarra el discurso manido de “el pueblo” para sustentar cualquier despropósito y sostener interminables peroratas que no pasarían desapercibidas para cualquier estudiante iniciado en ciencia política. Se enoja, altera, llora y hace siempre lo que quiere, porque “sigue siendo el rey”, como en la canción.

Mulet, al mejor estilo Reagan, contesta sarcásticamente a unos y otros. A quienes le llaman viejito, los reta a remar en el lago, mientras a la candidata de la UNE le responde que no la invita a leer, no vaya a ser que se le caigan los papeles. Ya sabemos aquello de “más sabe el diablo por viejo…”.

Bernardo Arévalo, “el de discurso florido”, es censurado por muchos que confunden el significado de conservadurismo, porque no han aprendido que ser conservador no es un tema de derechas, sino que tiene actitud propia. Por eso, cuando no satisfizo a la tribu sobre temas relacionados con la unión de parejas no heterosexuales se lo reprocharon, y ahora Semilla “es más de derechas”. Debió aprender del exPDH que no condenaba el aborto —porque estaba en contra—, pero callaba para no ser cancelado.

Los veintipico restantes no se han enterado de que inició la campaña y si lo hicieron andan despejando la selva o seleccionando la fotografía que figurará en los carteles.

Mientras tanto, ciertos diputados se acusan entre ellos de copy-paste, y de que yo fui quien primero propuso la ley que, por cierto, nadie aprobó, así que por acción u omisión todos se señalan como incapaces de llegar a un acuerdo en el que todos “están de acuerdo”.

Por su parte, los candidatos a la muni capitalina andan perdidos por las distintas zonas, quizá porque como no hay transporte colectivo y se tardan horas de ir de uno a otro lugar, no son visibles para nadie.

Esto sería un perfecto y exitoso monólogo de stand-up, si no fuera porque llora sangre tanta estupidez, incapacidad, mediocridad, populismo, tropicalismo y bananerismo. El votante, acostumbrado a refugiarse en TikTok y reírse de visuales obras de arte a la estupidez humana, parece ignorar que el futuro del país está en juego. A 500 años de conquista —y 200 de independencia— seguimos sin advertir que tenemos un país que se hunde. ¡Vaya futuro el nuestro patrón!

ESCRITO POR:

Pedro Trujillo

Doctor en Paz y Seguridad Internacional. Profesor universitario y analista en medios de comunicación sobre temas de política, relaciones internacionales y seguridad y defensa.

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