CATALEJO
Batalla de los 31 días cambia todos los días
En los 31 días faltantes para el 14 de enero se está desarrollando la batalla derivada de esta crisis actual, la peor de nuestra historia. El corto tiempo no permite errores de ninguna de las partes, mientras los proyectiles enviados desde fuera ya comenzaron a tener efectos reales e innegables. Es ejemplo claro el descenso del valor de los bonos de Guatemala ante la posibilidad de sanciones, el retiro de la visa estadounidense a otros 300 guatemaltecos, tanto politiqueros como gente del sector privado, a lo cual se agregan las condenas de entes internacionales como la ONU, la Unión Europea y la OEA, esta última dispuesta a enviar una misión permanente al país, incluso hasta una poco común declaración de Joe Biden, de todo lo cual los guatemaltecos ya estamos enterados y debemos estar alerta para comprender su verdadero significado.
' Los efectos de la fallida intentona de anular las elecciones fueron inmediatos, directos y muy contundentes.
Mario Antonio Sandoval
Estos hechos deben analizarse desde un cerro, para alcanzar el panorama. Así, el analista imparcial puede realizar mejor su trabajo al predecir, analizar resultados y calcular si serán derrotadas las acciones actuales de los ya derrotados por los votos. Las decisiones gubernativas permiten pensar en un “kamikazismo politiquero”: las numerosas pero incapaces fuerzas del gobierno lanzan aviones suicidas guiados por pilotos bisoños y Giammattei reacciona con el hígado y “rechaza enérgicamente” el retiro de las visas por atentar “contra la soberanía nacional”, y “denuncia la manipulación mediática y política de algunos miembros del gobierno estadounidense (entre ellos el presidente), y solicita al Senado y al Congreso llamar a rendir cuentas al Departamento de Estado.
Cada maniobra recibe numerosas andanadas y las acciones para poner candados al nuevo gobierno, y demuestran ser contraproducentes. Si logran impedir el respeto al resultado electoral, será contraproducente. Giammattei afirmó hace poco estar fuera de toda intervención en los poderes del Estado, en un cinismo macabro. Las amenazas foráneas comenzaron a materializarse y todos los guatemaltecos nos veremos directa o indirectamente afectados. No han sido identificados los 300 personajes, pero el hecho de haber 100 diputados es vergonzoso ejemplo del fracaso de dar encubrimiento legal a decisiones politiqueras puras y duras. La más elemental lógica ve con claridad de esta decisión estadounidense a la intentona de anular las elecciones, vía las declaraciones de Curruchiche.
Han aumentado las críticas unificadas de sectores de larga trayectoria de antagonismo en sus criterios económicos y políticos, pero preocupados por el peligro institucional interno y la posibilidad de hundir a Guatemala en el grupo de países parias, es decir apartados porque se les considera inferiores. La ONU realizó su reunión de ayer, para tratar el caso de Guatemala, sin siquiera haber informado a los representantes de una cancillería inexistente en la práctica. Todo esto superó, hace rato, cualquier elemento ideológico y se queda en la exigencia del respeto a un elemento democrático fundamental: el resultado de elecciones, independientemente de si es del agrado o desagrado individual. Como se ve, la batalla de los 31 días cambia a cada momento.
BOTELLAZO CONTRA MILEI. El nuevo presidente argentino recibió una muestra de su realidad, con un fallido atentado a menos de una hora de serlo. Un fanático “cristinista” lanzó una botella dirigida a su cabeza mientras iba de pie en un carro convertible, una verdadera pesadilla de seguridad. No lo alcanzó, pero hirió a un custodio. (Antes de tomar posesión se detuvo a acariciar al perro de una simpatizante, muestra de no darse cuenta de su cargo). El atentado merece el repudio total de cualquiera, sin importar sus ideas políticas personales. Los jefes de estado ya sólo deben viajar en carros blindados y la seguridad cercana, aunque discreta, debe tener la palabra para salvaguardarles la vida porque todo magnicidio es una tragedia personal y nacional.