Mario Antonio Sandoval
Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.
NOTAS DE Mario Antonio Sandoval
Columnas Diarias
Tiempo de aceptar y cambiar cien días de equivocaciones
En estos cien días hubo demasiados errores de adversarios y simpatizantes. Urgen reuniones para no repetirlos.
Columnas Diarias
Los cien o 99 días del gobierno de Arévalo
Es el 6.8% del período, pero es muestra suficiente para analizar las acciones del gobierno y de sus enemigos.
Columnas Diarias
Primer intento partidista para empeorar la LEPP
Los cambios a la LEPP no pueden ser sugeridos ni decididos por los politiqueros ocupantes de una curul en el Congreso.
Columnas Diarias
TSE quiere Q258 mil por hora, es decir 2,500 millones al año
El borrador que envió el TSE al parlamento, es eso: un borrador mal hecho y presuntamente acordado con congresistas.
Columnas Diarias
Arévalo no puede confiar en la alianza novenera
<strong><em>La alianza en el Congreso está en un féretro.</em></strong>
Columnas Diarias
Por qué la LCEP no puede proteger a los burócratas
Hay fuertes razones para no incluir a los burócratas en la protección de la Ley Constitucional de Emisión del Pensamiento.
Columnas Diarias
Son códigos deontológicos, no de ética, por ser distintos
Un código de aceptación voluntaria no es contradictorio y muchas veces su efecto es superior a los legales y obligatorios.
Columnas Diarias
Imposible división total del eje izquierda-derecha
Izquierda y la derecha son conceptos teóricos y su existencia depende de la extensión de acuerdos racionales y comunes.
Columnas Diarias
Irreflexión de Noboa impide análisis político o ideológico
La indefendible toma de la embajada española aquí en 1980 muestra qué le espera a Ecuador por una acción similar.
Columnas Diarias
Indispensable conocimiento de la realpolitik de este país
La realpolitik de Guatemala incluye saber cómo piensa el ciudadano de a pie, ya sea en la urbe o los departamentos.