CATALEJO

Benedicto, el papa poco comprendido

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Con la muerte del papa emérito Benedicto XVI termina una etapa de la Iglesia Católica actual donde ocurrió una crisis causante de críticas y deserción entre los fieles: la publicación de abusos sexuales contra niños. Si bien actuó con firmeza al excomulgar a numerosos sacerdotes culpables, no lo hizo con sus cómplices. Fue su principal error, ahondado por ser un teólogo de primer orden y porque los enemigos internos y externos del catolicismo se encargaron de desprestigiarlo. De los últimos cinco papas era el conocedor más a fondo de la teología y a pesar de ser conservador criticó al capitalismo A su cultura agregaba ser pianista clásico.

La personalidad de los papas influye mucho en cómo son calificados: de los siete papas en mi vida, Pio XII, 1939-1958, sería el serio; Juan XXIII, el sonriente bonachón; Paulo VI, el cordial; Juan Pablo I, el breve; Juan Pablo II, el viajero; Benedicto XVI, el teólogo y pianista; Francisco, el reformador. Todos los ya fallecidos sufrieron crisis, porque estas son parte de los centros de poder político, económico y social. La Iglesia los tiene todos. El Vaticano es un lugar donde no se escapan los rumores, las tensiones, las luchas de poder interno, porque a su poder espiritual se agregan acciones puramente humanas.

A mi juicio, el tiempo se encargará de darle su verdadero lugar en la historia de la Iglesia, donde parece haber terminado la larga etapa de papas italianos. Ya hubo uno polaco, un alemán y un argentino, lo cual le da características de universalidad muy valiosas. Benedicto XVI vivió y cambió su época en formas tal vez no muy claras en este momento. Gustoso de los cambios, el último de ellos fue aceptar el título de papa emérito, también sin precedentes, y logró en cierta manera desacelerar los cambios de Francisco, quien de manera igualmente hábil y muy lógica logró llevarse en la difícil amistad entre un alemán y un argentino.

' Benedicto XVI, al ser básicamente teológico y conventual, lo alejó de la relación de Juan Pablo II y Francisco.

Mario Antonio Sandoval

2023: Para clarear su horizonte

Los años no dejan fuera sus grandes positividades ni sus áreas oscuras, convertidas en nubes tormentosas, capaces de ennegrecer el horizonte y oscurecer la luz. Todo lo negativo no termina con la llegada de un nuevo año, sino permanece firme en un rumbo desconocido de final indefinido. Ese paisaje oscuro solo se aclarará con acciones humanas, personales, familiares, nacionales y mundiales. Los guatemaltecos cada vez notamos más la tragedia de la vida política nacional de hoy, empeorada por quienes se han apoderado del país. Por ser este año de elecciones, es indispensable limpiar el oscuro cielo provocado por agrupaciones politiqueras llamadas “partidos”, sin serlo en realidad.

Es evidente: la población debe entender la importancia de su participación y escogencia de los aspirantes presidenciales con alguna posibilidad. No pasarán de cinco, y algunos de ellos deberían ser rechazados, para beneficio nacional. Perú y Colombia demuestran las consecuencias de un voto no meditado, vendido a algún postor o canjeado por gorras. Pero también por propaganda poco seria, con objetivos populistas y/o imposibles de lograr. Sandra Torres se filmó haciendo tamales y Roberto Arzú cantando con su guitarra. No es serio. Son muestras claras de la intención de ganar votos, en el segundo caso con una aureola de promesas vacías como aplicar la pena de muerte. Demuestran al populismo como útil, sin importar la ideología.

Un sector nacional con gran responsabilidad son los jóvenes entre 18 y 25 años, por su alto porcentaje de población y también su capacidad de analizar las acciones malévolas de los politiqueros. Pero deben actuar, iniciando con convencer a amigos de su misma edad a hacerlo y haciéndose presentes en las urnas el 25 de junio. El segmento medio ya tiene un buen porcentaje de participación, pero debe aumentar. Y quienes tienen más de 60 años, por solo ser el 5% de la población, están más dispuestos a participar pero no pueden cambiar resultados de una elección con mayoría de otro grupo etario. No se debe olvidar el papel de la mujer, quien si no ejerce ese derecho, debe comenzar a manifestarse por tener derecho y porque en mucho, son las principales víctimas.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.