POR LA LIBERTAD

Carreteras en pésimo estado

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El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ir a Huehuetenango. Hay un tramo de carretera entre Tecpán y Xela que da pena. Esto no es nuevo, recién finalizada esta carretera, gran parte de la misma se deterioró rápidamente. Ignoro si alguien fue encontrado culpable de tan mal trabajo, pero lo cierto es que muchos vehículos pasan a vuelta de rueda por la misma, donde hay grandes agujeros y la parte que es de cemento tiene rajaduras abiertas que dañan los autos. ¿Cuántos vehículos no habrán sufrido desperfectos por este trabajo mal hecho en su inicio? ¿Cuántos accidentes mortales se habrán causado? ¿Heridos? ¿Cuánto tiempo perdido?

' El no tener buenas carreteras se traduce en más combustible consumido, más tiempo perdido, más accidentes y mayores costos de transporte.

Ramón Parellada Cuadrado

Escuchamos que las carreteras de todo el país están en mal estado. Un amigo que fue a El Salvador el fin de semana pasado comentó que el tramo final de Guatemala a la frontera está hecho un desastre, mientras que al llegar a El Salvador todo está nítido. Hay algo que no funciona, es el gobierno con la inversión pública. Demasiada ineficiencia es intolerable. ¿Cuánto cuesta una carretera pública? Entre corrupción, tiempo para tomar decisiones, falta de mantenimiento, escasez de señalización en las mismas, malos trabajos de compactación, túmulos que cualquier vecino puede poner a su antojo, construcciones ilegales a la orilla de estas, falta de berma en muchas de ellas, mercados que bloquean carreteras y cruces, etc. Es una pena, pero hay que reconocer que las carreteras del país son un desastre.

El no contar con una infraestructura adecuada hace que todos paguemos más por movernos de un sitio a otro. El no tener buenas carreteras se traduce en más combustible consumido, más tiempo perdido, más accidentes y mayores costos de transporte. Uno de los graves problemas por los que las carreteras están en tan mal estado es la falta de un buen diseño de canalización de las aguas de lluvia. El agua socava la base y esto hace que se formen grandes agujeros. La falta de mantenimiento anual al cerrar grietas también hace que el agua penetre en la base y forme agujeros. Me enteré hace poco de que el gobierno no puede dar mantenimiento a tramos ya asignados y otorgados a una empresa que esté actualmente en juicio precisamente por algún mal trabajo o por corrupción. Mientras tanto, esa falta de mantenimiento destruye el trabajo hecho, aunque fuera bueno.

La solución no son más carreteras públicas, sino privadas. Quienes critican el cobro de peaje no se dan cuenta de que igual pagamos las carreteras públicas a través de impuestos. Y no tenemos modo de quejarnos. Históricamente las carreteras privadas de peajes fueron las primeras en funcionar. Estados Unidos es un ejemplo de ello. Hoy en día, ante la ineficiencia estatal por malos trabajos, pésimas inversiones en infraestructura, corrupción, demandas y falta de recursos las carreteras privadas son una solución maravillosa que puede venir a resolver muchos problemas de movilidad, seguridad, costos, tiempo y tráfico. Vuelvo a mencionar la VAS, que ya ha acortado distancias entre quienes se movilizan de la carretera a El Salvador y la carretera a Escuintla. Lo que ahora le toma 15 minutos a una persona en ese tramo, antes le tomaba una hora u hora y media en un día normal.

La autopista Palín a Escuintla es semiprivada. La inversión fue privada en un terreno del Estado pero es administrada privadamente. Es una autopista nítida que siempre está en buen estado. Posiblemente se tenga que mejorar el sistema de cobro del peaje, para evitar aglomeración en fines de semana. Pero es una autopista que ha funcionado y sigue funcionando de maravilla.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).