Meta Humanos

Color esperanza

Esperar no hace nada más que dejar el tiempo pasar.

Muchas veces lo que aprendimos como niños marca nuestro destino; repetimos patrones y terminamos en situaciones indeseables, sin cuestionar cómo llegamos a ellas. Comparto hoy una reflexión personal que creo puede ser relevante a nivel nacional, utilizando un simple ejemplo de mi niñez.


En primaria, al comenzar a escribir, los maestros nos prohibieron a todos usar lapiceros. Era recomendado utilizar lápiz para poder corregir cualquier error. A mí esto no me gustaba. Me parecía útil dejar mi error en la hoja y corregirlo a la par. Me hacía sentido poder luego ver lo que había aprendido. Un par de años después llegué al grado en donde finalmente permitían utilizar lapiceros. Aquí había un poco más de confianza en el alumno; sin embargo, aún había un par de reglas que no se podían cuestionar. Una de esas reglas era escribir siempre con el mismo color de lapicero.


Durante años escribí siempre con tinta negra. Un día, al no llevar mi estuche conmigo, le pedí a una amiga del extranjero un lapicero prestado. Amablemente me dio un lapicero verde. Al empezar a escribir me sentí incómoda. Todas las otras páginas de mi cuaderno estaban escritas con tinta negra. ¿Será muy tarde para comenzar a hacer las cosas de forma diferente? Me pregunté a mí misma. La experiencia de escribir con un color distinto fue interesante porque, al hacerlo, mi mentalidad cambió. Ese día escribí con una conciencia más abierta. Abierta a otras posibilidades.


Hacer un cambio de color a falta de tinta negra se convirtió en un lema de vida: escribir en verde, en color esperanza. La esperanza es una palabra bonita que se escucha con frecuencia; sin embargo, se escucha muy poco hablar de la esperanza como un verbo que requiere de acción. Dejar de esperar a que las cosas ocurran y traerlas al presente —escribir la narrativa que deseamos vivir y hacer los cambios necesarios para que la historia que escribamos sea finalmente diferente.

¿Qué dicen? ¿Se apuntan a escribir lo que sigue con una nueva mentalidad?


Esta reflexión me lleva a mi punto principal: ha llegado el momento de dejar, como país, de escribir con tinta negra. Es hora de que objetivamente veamos la historia que hemos escrito hasta ahora. Frente a nosotros hay muchas páginas en blanco y no podemos seguir buscando lapiceros del mismo color para continuar la trama. Utilizando la analogía de la tinta, quiero decir que hay que dejar los malos hábitos atrás; dejar de opinar mucho, cuestionar poco y hablar de esperanza sin vivir en esperanza. Esperar no hace nada más que dejar el tiempo pasar. La apatía deja a disposición de la imaginación lo que pudo haber sido.


El futuro próspero, abundante y hermoso que deseamos para nuestro país pide ciudadanos activos y partícipes en la construcción de la Nueva Narrativa. Si queremos un cambio en el resultado debemos cambiar las variables de la ecuación. Hemos ya probado suficientes cosas para saber que no funciona. Es hora de que, sobre la base de todo lo que hemos aprendido hasta el día de hoy, tomemos decisiones con la intención de obtener un resultado distinto.


Hoy podemos decidir cambiar de tinta y poner un punto final a la historia de un país corrupto, sucio, caótico e injusto. Esa historia fue escrita con una tinta (mentalidad) que ya no nos es útil. Podemos usar las páginas que siguen para escribir de forma diferente lo que viene. Podemos escribir en verde una historia con una trama distinta; una realidad próspera, segura, limpia y abundante en oportunidades para todos.


¿Qué dicen? ¿Se apuntan a escribir lo que sigue con una nueva mentalidad?

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