SIN FRONTERAS

Cosas a saber sobre el voto en el “extranjero”

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Como es sabido, por primera vez en la historia habrá elecciones presidenciales guatemaltecas en el extranjero. Realmente, no es en el extranjero, sino que en EE. UU. Y, para ser más precisos aún, ni siquiera en EE. UU., sino que específicamente será en cuatro ciudades de ese vasto país: Los Ángeles, Houston, Nueva York, y Silver Spring, que es una periferia de la capital Washington, D.C. Este primer ejercicio del voto migrante ha sido fuertemente cuestionado por lo que aparentó ser una falta de seriedad en su organización e implementación, por parte del órgano electoral. Sin embargo, debido a la trascendencia de una elección general, y a la necesidad de mantener el debido acompañamiento al evento, me permito apuntar estas ideas que al lector puede interesarle conocer sobre este ejercicio que veremos hoy.

Cuántos están calificados para votar, y cómo se llegó a ese número: El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha revelado que un aproximado de 63 mil residentes en EE. UU. están calificados para ejercer su voto hoy. Esta cifra fue el resultado de una serie de cambios improvisados por parte del Tribunal. Inicialmente, por medio de reglamento, se había legislado que para poder votar afuera del país, los guatemaltecos deberían “señalar su residencia electoral en el extranjero”. Es decir, un ejercicio personal y voluntario para ser incluido en un padrón extraterritorial. Sin embargo, inicialmente, se decidió que para que un potencial votante pudiera hacer esa modificación, lo hiciera a través de una aplicación en un dispositivo electrónico inteligente. Esto, no solo fue errado por el enorme porcentaje de la población que no tiene el conocimiento necesario para usar alta tecnología, sino que además, la aplicación nunca funcionó adecuadamente. El resultado vergonzoso fue que de los millones de adultos chapines que viven en EE. UU., solo unos 2 mil lograron enlistarse. Debido a ello, el TSE dio marcha atrás, y abrió la elección a todos quienes hubieran tramitado su DPI en algún consulado estadounidense, y que ya estuvieran empadronados, desde que vivían en Guatemala.

' Cualquier cantidad de votantes que no fuera intrascendente, causaría suspicacia.

Pedro Pablo Solares

Cuántos se espera que efectivamente voten: Quedaré sorprendido si más de 5 mil guatemaltecos ejercen hoy su voto en EE. UU. De hecho, cualquier cantidad que no fuera intrascendente, causaría suspicacia. El TSE no hizo esfuerzo alguno por promover el ejercicio electoral, ni siquiera en las escasas cuatro ciudades donde finalmente organizó la elección. He hablado con residentes de Houston y Nueva York, y he escuchado declaraciones de residentes en Los Ángeles, y todos coinciden en que ni los vecinos del consulado están enterados de que hoy hay una votación donde ellos están involucrados. Allá, no hubo ni una sola campaña informativa; ni siquiera imprimieron afiches que pudieron haber pegado de gratis en las tiendas guatemaltecas. El día de hoy, desde las 8 de la mañana —según cada horario local— habrá un centenar de mesas esperando votantes en estas cuatro ciudades. Pero se anticipa que el silencio será el que reine durante el día.

Qué resultado se espera: La población guatemalteca en EE. UU. es numerosa y diversa. La mayoría proviene de áreas rurales en departamentos de occidente. Sin embargo, las ciudades escogidas para la elección tienen una desproporcionada población capitalina y de algunos departamentos del sur y oriente del país. Población que externa posiciones políticas similares a las que se observa en centros urbanos guatemaltecos. Una población más ladina, más conservadora. Entre ellos, se escucha un marcado antivoto para la candidatura que lidera las encuestas nacionales, y una preferencia por las opciones que hablan de valores morales y republicanos, a pesar de lo que practican en la vida real. Es de esperarse que el voto desde EE. UU. no sea muy distinto al resultado nacional.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.