Catalejo

Cuatro temas urgidos de información oficial

Tres temas diversos tienen importancia crucial, pero no todos los ciudadanos lo comprenden, aunque muchos políticos sí lo hacen.

La celeridad de información oficial sobre los efectos reales de las principales decisiones gubernativas causantes de interés entre los ciudadanos, constituye una de las maneras más eficientes de conocer no solo los planes del actual gobierno, sino la capacidad de negociación en el Congreso para convencer a los diputados no oficialistas de contribuir a hacerlos realidad. A mi juicio, los cuatro más importantes son el efecto del viaje presidencial a Europa, la liberación del sistema educativo de las acciones negativas del sindicalista Joviel Acevedo, el nombramiento definitivo del director de aeronáutica civil y los cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, LEPP, todos ellos unificados porque sus efectos afectan al país por motivos muy diversos, todos importantes.

Los temas son los cambios a la LEPP, el resultado del viaje presidencial, el arreglo a La Aurora y la limpieza del Mineduc.

El periplo por Europa provoca tranquilidad porque Bernardo Arévalo conoce bien las instituciones y países extranjeros, por su curriculum. No hay razón de temer un “corcho”, como sí lo había con los últimos dos presidentes y sus cancilleres. Pero llama la atención el momento escogido para el viaje, cuando no se ha consolidado internamente y algunos de los llamados a integrar el gabinete y otros puestos importantes o a aliarse en el Congreso tienen relación directa o indirecta con personajes cuestionados y cuestionables por haber integrado gobierno antes o porque sus relaciones de trabajo parecen tener conflicto de interés. La primera tarea  es borrar esa impresión y esto se logra con resultados y una clara explicación clara de los planes.

Si se logra librar al sistema educativo, será posible iniciar un beneficio a largo plazo, pero la lucha será ardua y se pueden prever huelgas causantes de más daños irremediables. Los días y horas de clases de las escuelas e institutos públicos son muy pocos: el inicio de clases tiene un atraso de más de un mes y todo ello repercute en el pésimo lugar de la educación guatemalteca en el subcontinente latinoamericano. A esto se une la dificultad de muchos niños de hablar en español, el lenguaje oficial, y resulta gigantesco en ese sentido el esfuerzo porque las clases sean otorgadas en una de las 23 lenguas indígenas oficiales, al no haber suficientes maestros capaces y bilingües. Es un tema complicadísimo, con factores sociales, económicos, culturales y resolverlo lleva mucho tiempo.

El caso del aeropuerto La Aurora es terrible y hasta hace poco el público conoció, por ejemplo, el pésimo estado de la terminal, (hay muy pocos sanitarios en uso, las maletas se transportan a mano, los elevadores nuevos no caben en los espacios destinados porque compraron de mayor tamaño) los problemas de las pistas y el manejo realizado por personas sin suficiente experiencia ni responsabilidad. De La Aurora derivan enormes beneficios económico para Guatemala, afectados si es el primer contacto del turismo, cuya importancia económico-social no necesita ser recordada. Lo peor posible: la degradación a segundo nivel por las entidades relacionadas con la industria de los aeropuertos, y la posible salida de líneas aéreas internacionales de cualquier país.

Los cambios de la LEPP están a merced de diputados para nada dispuestos a eliminar canonjías y abusos. Es dar a los lobos el cuidado de las ovejas, realmente. El listado de voluntarios para cambiarlas necesita de depuración, así como la escogencia de los magistrados, la manera del conteo de votos, la reducción de los pseudominipartidos, la integración del grupo a cargo de decidir los cambios, la revisión de la redacción y sintaxis de los artículos, y así otro largo etcétera. El tiempo disponible es suficiente, las comisiones necesitan de la participación mayoritaria de otros sectores, y el pacto político para no permitir cambios en el articulado sin la autorización de conocedores del idioma.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.