Escenario de vida

El acecho constante sobre las áreas protegidas

Hay una nefasta iniciativa de ley que busca derogar el artículo 82 del decreto 4-89 del Congreso de la República de Guatemala, “Ley de Áreas Protegidas”.

¿Por qué creen, mis queridos lectores, que en múltiples oportunidades se ha querido modificar la Ley de Áreas Protegidas? ¿Por qué creen que se están dando tantos incendios en toda la república? ¿Por qué aducen que como la Laguna del Tigre ya ha sido deforestada, ya no debe ser considerada área protegida? ¿Por qué siguen las invasiones y usurpaciones en áreas protegidas sin que el Ministerio Público tome acción?  Todas estas son interrogantes que constantemente nos hacemos.

El MP solo se limita a “coordinar” los desalojos, pero no los lleva a cabo.

Dependiendo de donde vengan las iniciativas para modificar la Ley de Áreas Protegidas, debemos recordar que siempre hay intereses creados, ya sea para ganar territorio o poder, para monetizar los negocios que quieran gestarse en áreas protegidas, para abrir carreteras, permitir minería y/o para cuestiones políticas.

Cuando vemos que el Ministerio Público ha sido notificado año tras año de las invasiones en la Laguna de Lachuá y solo se limita a “coordinar” los desalojos, pero no los lleva a cabo, es cuando nos quedamos boquiabiertos sin comprender qué busca el MP con permitir ilegalidades.

Por ejemplo, hay una nefasta iniciativa de ley que busca derogar el artículo 82 del decreto   4-89 del Congreso de la República, “Ley de Áreas Protegidas”. Este artículo es el que tipifica el delito de usurpación de dichas áreas. De ser aprobada, abriríamos las puertas de par en par para que quien lo desee pueda invadir y usurpar lo que se le venga en gana, sin ninguna repercusión. ¡Quedaríamos a la merced del vandalismo en bruto, en toda su dimensión! Por ningún motivo debiera ser aprobada.

Al contrario, tenemos la iniciativa 5990, que fortalece al Conap, con una nueva categoría para la gestión comunitaria, permitiendo que dicha institución trabaje con comunidades ancestrales para el conocimiento de la gestión positiva en sus territorios. 

Es risible pensar que contando con 343 áreas protegidas solo tengamos el presupuesto para proteger menos de cinco, y aunque juntemos el presupuesto del Conap con el del MARN, no es suficiente para que ninguno de los dos operen como debieran. Después los hostigamos diciendo que son instituciones que no sirven para nada, cuando se les quitan los recursos para trabajar. Otros países como Bolivia, por ejemplo, dotan a su Ministerio de Ambiente de suficientes recursos para su funcionamiento. El ministro de dicha cartera es quien de primero aprueba el presupuesto nacional. ¿No es esto increíble? ¿Por qué no podemos hacer nosotros lo mismo con ambas instituciones?

El secretario ejecutivo del Conap, Igor de la Roca, piensa que, de no aumentarse el presupuesto del Conap, estaremos contribuyendo con la destrucción de nuestro patrimonio natural, pues es imposible que hagan su trabajo si solo cuentan con 425 guardarrecursos en todo el país, cuando en otras épocas contaban con más de 700. Igor piensa que estando el nuevo gobierno interesado en el medio ambiente, quizás todo pueda cambiar. No obstante, el Congreso también tendrá que poner de su parte y demostrar que ama a Guatemala.

Si finalmente comprendiésemos que la mayor riqueza de Guatemala está en nuestros recursos naturales, no estaríamos escatimando esfuerzos para protegerlos y  no perderíamos nuestros recursos año tras año. La ingobernabilidad en áreas protegidas es clara muestra de la desidia, insensatez o avaricia de los gobiernos pasados, que solo han visto el derecho de su nariz o de sus propias ganancias cortoplacistas que llegan a bolsillos particulares. Se han concentrado en el debilitamiento del funcionamiento del Conap. Así, Guatemala pierde y sufrimos todos.

ESCRITO POR:

Vida Amor de Paz

Presidenta de la Fundación del Bosque Tropical. Directora general de Planeta Verde Televisión. Presentadora de Los secretos mejor guardados, de Guatevisión. Recorre el mundo filmando en cinco continentes. Es graduada de la Universidad Panamericana, en Periodismo.