LIBERAL SIN NEO

El paso de Kamala, ¿huracán o llovizna?

Ya se sabía que la visita de Kamala Harris a Guatemala sería simbólica y breve; su agenda oficial inició a las 9 de la mañana, con su arribo al Palacio Nacional, y a las 8 de la noche ya se encontraba en el avión rumbo a México. Lo más destacado de su presencia física en Guatemala se redujo a dos reuniones, una con el presidente Giammattei y otra con representantes de la sociedad civil, para usar un término generoso y vago. Al revisar los titulares internacionales, resaltó lo que dijo en la conferencia de prensa conjunta con el presidente: “No vengan”. Sus palabras contrastan con la percepción que se tiene sobre la actitud del gobierno de Biden hacia la ola de migrantes, que se ha interpretado más como “vengan”.

' Los programas de inversión anunciados por Harris representan un gotero de agüita mágica.

Fritz Thomas

Según se ha informado sobre la reunión de Harris con Gaimmattei, la vicepresidenta le dijo al presidente que tenía que hacer más por combatir la corrupción, a lo que el mandatario respondió que ella estaba mal informada, no hay tal cosa. Kamala convocó una reunión previa en Washington, el 19 de mayo, con Thelma Aldana, Claudia Paz y Paz, Gloria Porras y Claudia Escobar, que tiene que verse en contexto. Durante su visita a Guatemala no se reunió con magistrado alguno de la CSJ o de la CC. Mensaje: las damas con las que se reunió en Washington representan la luz de la justicia y los magistrados en Guatemala, la oscuridad.

La lista de invitados al diálogo Harris-sociedad civil en la UVG quiso aparentar un balance de las “fuerzas vivas”, pero, objetivamente, no lo consiguió. Estaban Rigoberta Menchú, Helen Mack, Manfredo Marroquín, Carmen Rosa de León, Eduardo Stein y, a manera de balance, algunos representantes del “centro” y del ala “progresista” empresarial. Recibió testimonio de Marta Pacay, que le contó cómo pudo convertirse en productora de café gracias a Usaid, y atendió a la representante de una organización de mujeres garífunas contra el VIH, pero no se reunió con dirigentes del sector privado organizado.

La vicepresidenta trajo regalito; el gobierno de EE. UU. donará 500 mil vacunas y US$26 millones para apoyar en el combate de la pandemia. Un comunicado de la Casa Blanca resume los principales logros de su visita a Guatemala: la creación de una fuerza de tarea anticorrupción y otra para combatir el contrabando humano. Otros programas incluyen una iniciativa para empoderar a jóvenes mujeres empresarias, apoyo a la vivienda accesible y a la micro, pequeña y mediana empresa, cuya descripción y monto representan, francamente, un gotero de agüita mágica.

El combate frontal de la corrupción en Guatemala es urgente. Sin embargo, la creación de una fuerza de tarea conjunta de los departamentos de Justicia y Estado de EE. UU., “Cicig made in USA”, visto desde el lente de las juntas de Harris, puede fácilmente descarrilarse en empoderar a la industria de la protesta y del conflicto. En lugar de perseguir a los peces gordos de la compra, la obra y la plaza, al narco y el crimen organizado, seguir la ruta del supuesto genocidio y el resarcimiento. En lugar de reconstruir, modernizar y agilizar el sistema de justicia, poner a “mis” magistrados en lugar de los de “ellos”. En lugar de fortalecer la justicia a secas, promover los conflictos de identidad. Actualmente, la fachada del consulado de EE. UU. en la Avenida de La Reforma despliega una manta de la bandera gay; esto es lo que escoge presumir de su país.

La agenda de Kamala se ve un tanto ominosa; acento en lo políticamente correcto, más programas burocráticos y muy poco en inversión, producción y empleo. La migración no se va a atenuar con los programas que ha puesto sobre la mesa.

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

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