Comienza el año y todos nos preparamos para pasar horas metidos en el tránsito. Los incentivos no están dados para que la gente pueda movilizarse rápidamente y con seguridad de un sitio a otro. Si moverse de un sitio a otro tuviera el verdadero costo del uso de los espacios para hacerlo, no habría tanto congestionamiento.

Si las calles de Guatemala tuvieran un precio que se le cobrara a cada vehículo que utilice ese espacio, el tránsito de vehículos sería fluido. Hoy en día, con la tecnología que existe, es posible que los autos puedan tener un “Tag” pegado al parabrisas delantero, a modo de poder realizar un cobro electrónico en los tramos de la ciudad más congestionados. De esta forma se puede cobrar más caro en horas pico y más barato en horas valle. Las horas pico ocurren cuando más congestión hay, contrario a las horas valle. Estas tarifas diferenciadas se cobrarían automáticamente según el uso horario y se cargarían a la tarjeta de crédito del dueño del vehículo.

Ese dinero recaudado serviría para mantener esas vías en buen estado, bien identificadas y seguras. Habría que revisar el sistema de impuestos existente para no tener duplicidad en este cobro, aunque esto sería un cobro por el derecho a usar este trayecto. El asunto es que el incentivo para el usuario es dejar de usar en horas pico y trasladarse a horas valle. Por supuesto que quien tenga urgencia de usar ese trayecto a las horas pico lo tendrá que hacer. Todo dependerá de su costo de oportunidad. Las tarifas serían diferenciadas por tamaño de vehículo también. Motos, carros, camiones, buses, todos pagarían una tarifa diferente. Saldría mucho más barato movilizarse en bus, dado que se diluiría el costo entre el número de pasajeros. Pero esto del transporte colectivo es otro problema que tocaré en otra oportunidad.

Otra solución al problema del tránsito es establecer ciclovías seguras en toda Guatemala. Las bicicletas ocupan poco espacio y permiten movilizarse en tramos que están muy congestionados en forma más rápida que en otros tipos de vehículos. No ocupan mayor espacio para estacionarse y en muchos países son la solución al congestionamiento. El problema de Guatemala es que tiene muchos barrancos alrededor de la ciudad, pero dentro de la ciudad podría ser el vehículo perfecto para quienes se tienen que movilizar de una zona donde viven a otra donde trabajan. Todavía faltan muchos kilómetros de ciclovías en el país, además de mucha educación vial para el respeto al ciclista y que se refuerce la seguridad, ya que los robos de bicicletas o a los ciclistas siguen a la orden del día.

Al final, todo es cuestión de incentivos. Quienes ahora se mueven de la carretera al Pacífico hacia la carretera a El Salvador pueden ahorrarse más de una hora de tránsito, como mínimo, al evitar pasar por las congestionadas calles y avenidas de la ciudad si utilizan la VAS. Esta carretera privada que une estas dos carreteras permite que en 15 minutos vayas de una carretera a la otra, ahorrando combustible, depreciación de vehículo, repuestos y tiempo. Claro que tiene un costo, pero cada persona conocerá mejor su costo de oportunidad y podrá decir si vale la pena o no. Es una alternativa maravillosa, totalmente privada, que permite ahorrar tiempo y ser más productivos.

El ejemplo de la VAS puede motivar a otros inversionistas a hacer lo mismo en otros tramos. Yo me imagino que la VAS pudiera continuar hasta la carretera al Atlántico. ¿Cuántos camiones, tráileres y vehículos en general se ahorrarían el paso por la ciudad? Sería un beneficio para todos, los que usen y los que no ese tramo.