A CONTRALUZ

Elecciones entre dos males

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¿Ya decidieron, estimados lectores, por quién van a votar el próximo domingo? La mayoría de personas con quienes he conversado coinciden en un punto: ninguno de los dos presidenciables es una alternativa viable para el país. Tras una primera vuelta accidentada y de la cual quedaron fuera otras opciones quizá más representativas, quedaron dos candidatos incoloros y sin carisma. Ni siquiera podemos hablar de luces y sombras, sino más bien de las oscuridades que los rodean. Tanto Sandra Torres, de la UNE, como Alejandro Giammattei, de Vamos, representan la vieja política y no auguran un cambio trascendental en la manera de gobernar, sino más bien la continuidad de un modelo basado en la expoliación de los recursos del Estado. Los dos candidatos rechazan la continuidad de la Cicig por obvias razones: no les interesa la lucha contra la corrupción y la impunidad.

En su libro Rendición de Cuentas, Juan Alberto Fuentes dice que Torres ejerció el poder real durante el gobierno de Álvaro Colom (2008-2012). Tuvo un papel similar al de un primer ministro de facto y dirigió la política social sin tener responsabilidades políticas ni administrativas. Era un hecho que Torres “cogobernaba” en forma autoritaria y desplazó al vicepresidente Rafael Espada, además de despedir a funcionarios que no atendían sus requerimientos. No se movía una hoja sin que ella se enterara u ordenara. Torres tenía la obsesión por los programas sociales porque preparaba su futura campaña presidencial sobre la base del uso discrecional de los fondos del Estado, incluso desviando recursos de otros ministerios. La influencia política de Torres también se extiende sobre el Ministerio Público, la Contraloría General de Cuentas, el Organismo Judicial y el futuro Congreso, lo cual podría significar un poder omnímodo si llegara a gobernar. Para conquistar votos en los sectores ultraconservadores, la candidata de la UNE no ha tenido reparos en abrazar posturas de la derecha más conservadora, con guiños hacia el fundamentalismo evangélico. Tampoco se puede obviar que Torres ha sido señalada por el MP y la Cicig de financiamiento electoral ilícito y si pierde los comicios tendrá que vérselas con la justicia.

' Giammattei es irascible, está rodeado de militares y sería la continuidad de Jimmy Morales.

Haroldo Shetemul

Hablemos de Giammattei, quien pasó a segunda vuelta con apenas 13.96% de votos. Quienes lo conocen remarcan su carácter irascible e impredecible, ingredientes nada aconsejables para quien dirija los destinos de un país. Durante más de 12 años de vivir literalmente de los fondos que le han dado sus financistas, es obvio que un eventual gobierno suyo tendría muchas deudas políticas a pagar con contratos, plazas y otras formas de utilización de los fondos del Estado.
Giammattei reúne bajo su paraguas a las fuerzas políticas más conservadoras, varias de las cuales son especialistas en hacer piñata el presupuesto del Estado. El candidato del partido Vamos representa el continuismo del gobierno de Jimmy Morales, que le ha dado apoyo indirecto, incluyendo elementos del FCN como miembros de mesas de votaciones. El Periódico señala que Giammattei está rodeado de militares, algo similar a Jimmy Morales. La figura más emblemática es el general retirado Francisco Ortega Menaldo. Según Nómada, Ortega Menaldo habría estado vinculado con la red de contrabando de Alfredo Moreno, luego con el presidente Otto Pérez Molina y tendría influencia en estructuras del Ejército. Para que no queden dudas, el hijo de este militar, Luis Enrique Ortega, es ahora diputado electo por Vamos. Giammattei también es el candidato ungido por las iglesias evangélicas fundamentalistas, como lo demostró el pastor Jorge H. López, que en un oficio religioso abiertamente hizo proselitismo a favor de Vamos. Estas son las opciones que se presentan en la segunda vuelta. Entonces, ¿ya decidió usted cuál de los dos males le conviene más a Guatemala?

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.