ECONOMÍA PARA TODOS

Empresa familiar casa Herrera

|

Un empresario guatemalteco llegó a la presidencia de la República. Hernán del Valle Pérez escribió el libro Carlos Herrera, primer Presidente democrático del siglo XX. Fundación Pantaleón. Guatemala, junio 2003. 467 pp. Contiene Palabras Preliminares de Roberto Herrera Ibargüen. La presentación es del historiador Jorge Luján Muñoz. Lo recibí con dedicatoria a mano de su autor, el 28 de abril de 2004.

El libro contiene la historia de Carlos Herrera y aspectos de la empresa familiar. Aun cuando su razón social ha cambiado de nombre, se denominará Casa Herrera. Algunos de sus miembros participaron en política, otros administraron la empresa y una rama familiar presentó un juicio jurídico contra la Sociedad Herrera y Cía.

La Casa Herrera es una de las más antiguas empresas familiares de Guatemala (1849), administrada en su patrimonio y control por la propia familia. Tradicionalmente fue una agroindustria, al combinar la agricultura de azúcar y café con ingenios azucareros y beneficios de café. Es una de las empresas más grandes de Guatemala, con operaciones en varios países. La Casa familiar Herrera, en Antigua Guatemala, se puede visitar y es un centro de investigación, vinculado con la Universidad de Texas, en Austin.
La empresa Pantaleón es de las pocas empresas familiares que en el siglo XXI realiza el Reporte Anual de Desarrollo Responsable.

Jorge Luján Muñoz señala lo siguiente: Carlos Herrera accedió a la presidencia un poco por “accidente”, cuando la rebelión popular del Unionismo acorraló al presidente Manuel Estrada Cabrera y los “Liberales” tradicionales (así, entre comillas, porque no lo era en lo esencial de esa ideología) vinculados al gobierno, buscaron una figura de cierta estatura, no identificado con los más negros aspectos del régimen que caía, pero que, como diputado de la Asamblea, les podía dar ciertas “garantías”. Fue pues un candidato de transacción para impedir que llegara a la presidencia uno de los Unionistas…

Un tema sensible de la Casa Herrera en 1899 fue el proceso judicial incubado por el esposo de una de las socias contra la Sociedad Herrera y Cía., que el libro reproduce.

Lo que yo quisiera comentar como aprendizaje para las empresas familiares es que en este caso se llevó a un arbitraje, que debió haberse evitado.

' Encargó a la familia que eviten cuestiones por intereses y jamás recurran a los tribunales.

José Molina Calderón

Don Carlos Herrera recibió el 5 de diciembre de 1921 el primer golpe de Estado militar del siglo XX y se tuvo que ir al exilio. En su testamento del 27 de diciembre de 1921 declaró que profesaba la religión católica, en cuya fe deseaba morir, e incluyó la misma cláusula que su padre había dictado en su testamento del 25 de agosto de 1880: Décima: encarga muy especial y encarecidamente a su esposa y a sus hijos que guarden siempre la mayor armonía como única manera de conservar la paz en la familia; que eviten cuestiones por intereses y jamás ocurran a los tribunales.

En el tema político añadió en el testamento: … Encarece a sus hijos varones no mezclarse ni dejarse mezclar jamás en la política, por la triste experiencia que ha tenido al aceptar la Presidencia de la República, lo que hizo con el solo objeto de hacer el bien a su país y en donde sólo cosechó ingratitud y amarguras.

Don Carlos declaró que su madre, doña Delfina, había fallecido; que vivían diez hijos de su primer matrimonio, y dos hijos (hijo e hija) de su segundo matrimonio; agregando que había legado sus bienes a sus doce hijos, con cuyos haberes se organizó la sociedad Herrera Hermanos.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.