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Empresa familiar de origen sueco

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Un libro original de la autoría de Ulf Lewin, Tengo mi finca… Los primeros suecos en Guatemala, Editorial Palo de Hormigo, Guatemala, 2014, 149 pp., traducido del sueco al español por Jaime Barrios Carrillo.

El autor, que fue diplomático en Guatemala, hace un relato de las familias de origen sueco que se establecieron en el país. Algunos apellidos son conocidos, como Pira y Zachrisson, entre otros.

El autor escogió la frase “tengo mi finca en Guatemala”, por ser las primeras palabras de una canción popular en Suecia, Invitación a Guatemala, compuesta por Evert Taube. Proviene de la historia de una conversación en una pista de baile en un lugar no identificado de Suecia, entre un emigrante soltero residente en Guatemala, bailando con una joven dama a la cual le propone matrimonio. Luego le invita a viajar a Guatemala, donde ya tiene su finca, y le ofrece a su posible esposa un caballo para montar, cultivo de café, pavos reales y muchos ovinos.

Quisiera destacar la figura de Axel Fabián Pira, el tío Pira, primero de su estirpe que llegó a Guatemala en 1896, a quien el autor reconoce como el primer sueco que, con seguridad, a la manera de un clásico emigrante, se estableció en Guatemala, nacido en Roslagen, zona costera al norte de Estocolmo. Dejó importante descendencia y se considera que hizo estudios forestales en Alemania. En ese momento Guatemala lo atrajo a través de un anuncio de empleo en un periódico.

Llegó para trabajar para la finca germana de Otto Böyler (sic), dedicada a asuntos forestales. Sin embargo, este señor alemán estaba trasladándose al cultivo del café.

El tío Pira laboró en esa empresa 12 años, y al contar con capital y experiencia permaneció viviendo en el altiplano, en Tecpán. Adquirió terrenos, cultivó trigo y maíz, desarrolló el pastoreo y su producción de ovejas. Manejó un aserradero que ya existía al comprar la finca, para trabajar los troncos de sus propios bosques, principalmente cipreses. Además, construyó los primeros hornos de cal de producción continua en Guatemala, que todavía operan. Estableció su casco habitacional en Chichavac. También adquirió propiedades cercanas para dedicarlas a la agricultura, que denominó Santa Elena y Xetsac, a tres mil metros de altura sobre el nivel del mar. Contrajo matrimonio con una alemana que tenía un pequeño porcentaje de sangre indígena. El matrimonio tuvo cuatro hijos, pero Carlos, uno de ellos, regresó de Suecia en 1924, habiéndose capacitado en aserraderos.

' El tío Pira vivió en Tecpán, construyó su casa en Chichavac e instaló un aserradero.

José Molina Calderón

Un sueco visitante dos veces a Guatemala califica de esta forma a Axel Fabián: “El tío Pira…, tío carnal de Nils y espiritual de todos los suecos de Guatemala”.

Chichavac se ha incluido en la cadena de hostales, posadas rurales, muy ecológicas, las cuales son atendidas por sus descendientes en un conjunto que abarca 2,200 hectáreas.

Otro Pira que emigró a Guatemala fue un sobrino del tío Pira, Nils Pira, de Estocolmo, quien llega para una visita breve en 1921. Vuelve poco antes de 1930 para quedarse seis décadas en el país.

Trabajó en la United Fruit Company, en donde lo despidieron, aun así decide retornar a Guatemala, en donde se empleó en la empresa sueca de fósforos, Stab, que tenía el monopolio de la importación de fósforos. También tuvo representaciones de AGA, SKF y Husqvarna.

Tuve un compañero en la primaria y en la universidad de origen sueco, Fabián Pira, nieto del tío Pira.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.