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En redes sociales te veas

Otro punto conflictivo es el vertiginoso aumento de bulos y ampliación del espectro de opiniones sobre toda materia.

Todos se encuentran sorprendidos por el crecimiento exponencial de la comunicación electrónica. El liderazgo lo han tomado los teléfonos portátiles, llamados celulares, por adherirse a un retransmisor donde concurre un conjunto de aparatos, a manera de una célula que se une a otras para elaborar un tejido de comunicaciones. El sistema se inició en las computadoras, pero la miniaturización de los circuitos amplió la triple doble ve, o amplia red mundial en inglés, y ahora está a mano.

Inmersos en una revolución de las comunicaciones se forman los criterios para la convivencia.

Al darle aparatos a los niños, estos ingresan a un mundo adulto donde muchas veces hay asechanzas malignas en busca de impulsar el abuso y el sexo perverso. Al igual que otros países, se aprobó el decreto 11-2022, que adicionó al Código Penal, delitos dirigidos contra la niñez y adolescencia. La PNC cuenta con una unidad dirigida a intervenir en esta materia.

Otro punto conflictivo es el vertiginoso aumento de bulos y ampliación del espectro de opiniones sobre toda materia. Algunos inexpertos retransmiten esas comunicaciones para generar las denominadas tendencias. Los bulos de internet han desbancado al periodismo amarillista, pues pueden publicar calumnias e injurias de difícil localización para proceder penalmente.

Comunicadores, bautizados como influyentes, operan en varias plataformas originadas en EUA. En un mes, esos condensadores de opinión, fotos y video tienen alta inscripción como Facebook con tres mil millones o YouTube y WhatsApp, cada uno, con dos mil millones. En nuestro país, la red más usada es Facebook, con ocho millones; le sigue Instagram, con tres millones, y Tik Tok, con un millón. Estas redes intentan contener noticias falsas y mantener cierto decoro. Evitan la pornografía; no obstante, a veces se les cuelan calumnias o los censores castigan a usuarios sin razón.

Los periódicos tienen sitios oficiales donde ofrecen una versión electrónica. En nuestro país, con esfuerzo, continúa la edición en papel de Prensa Libre. En general, toda comunicación social tiene una versión electrónica. La radio y la televisión también operan en ese sentido. Algunos consideran se debe desautorizar a los equipos esparcidores de bulos y opiniones extremas, pero sería atentar contra la libre emisión del pensamiento. Por lo tanto, se les debe tolerar.

Una explicación ilustrativa los compara con los letreros en los baños públicos, puestos en las puertas y paredes. Son una extensión del retrete. Conocer los rumores siempre es conveniente para estar ubicados en los juegos de micropoder de las instituciones. Los tontos los toman como verdades, los prudentes se preguntan por el autor y los críticos no los aceptan como prueba de nada.

Finalmente, está el reto lanzado a la educación. Se tiene como postulado la necesidad de la convivencia presencial en infantes y la primaria; aunque son retados por la educación en casa, a cargo de los padres o tutores.

Se discute en los niveles superiores. La universidad no debe continuar en el salón de la cátedra medieval. Muchos indican la necesaria incorporación de la hospitalidad en las actividades académicas. La evolución obligada son clases a distancia con telecomunicación. No obstante, la educación académica necesita de una alta motivación y del intercambio personal, en el contexto de una formación integral y amistosa. La formación del gremio de profesionales necesita de la convivencia; en consecuencia, las universidades deben desarrollar responsables de estas tareas. La gala, el aplauso presencial, la imposición de símbolos y la comunicación no verbal, requieren la presencia para la formación de la fraternidad.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.