CRITERIO URBANO
Guatemala en la era del internet de las cosas
Como ha ocurrido en muchos países alrededor del mundo, el covid-19 vino a acelerar la digitalización y la conectividad en la población y en muchos casos ese salto cuántico vino para quedarse. Según la más reciente información publicada por Kepios y la agencia We are social, en Guatemala el 65% de la población son usuarios de internet y 51.9% son usuarios de redes sociales. En cuanto a inclusión financiera, el 43.5% de la población tiene una cuenta con una institución financiera, 6.6% tiene una tarjeta de crédito, 15.9% una tarjeta de débito y el 33.3% de la población hizo o recibió pagos digitales en el último año.
Estas cifras contrastan con algunos desafíos importantes, en los cuales tan solo 5.1% de la población compró por internet en el último año, 4.0% de la población pagó alguna cuenta por internet en el último año y tan solo 4.5% usó la banca en línea. Esto debe ser uno de los principales esfuerzos a mejorar en el país. Los servicios financieros en línea, sistemas de pago y otras aplicaciones digitales deben seguir siendo parte de la cotidianidad de todos los guatemaltecos, para agilizar procesos y hacer más dinámicos los pagos, reduciendo los costos de intermediación y logística.
De acuerdo con la base de datos Global Findex 2021 del Banco Mundial, “el 42% de los adultos en América Latina utiliza pagos digitales en comercios, y el 11% ha adoptado recientemente este formato de pagos en el marco del covid-19”. El estudio recopiló datos a nivel nacional de más de 14 mil adultos, de 15 años o más, en 14 economías de la región. “Al 2021, el 76 % de los adultos a nivel mundial contaban con una cuenta en un banco, otra institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil, lo que marca un aumento en relación con el 68 % que se registraba en 2017 y al 51 % registrado en 2011”.
' Oportunidades innegables para seguir generando mayor desarrollo.
Juan Carlos Zapata
Lo cierto es que en Guatemala hay mucho por mejorar. Los mismos niveles de urbanización nos deben llevar a pensar que las oportunidades en términos de mayor acceso a servicios de conectividad para millones de personas son enormes. Según el Banco Mundial, en Guatemala únicamente el 52% de la población vive en áreas urbanas y el 24.4% del total de la población vive con menos de US$3.20 al día, lo cual conlleva retos importantes para generar mejores ingresos y mayor productividad en varias ciudades intermedias.
Con una agenda urbana enfocada en mejorar los servicios digitales y conectar a un mayor número de la población con servicios de banda ancha, el país puede aprovechar “una nueva revolución tecnológica que tiene como objetivo conectar todos los artículos que usamos en nuestra vida diaria con internet, creando una red de cosas que pueden compartir información para completar tareas programadas. Gracias a la integración de dispositivos informáticos en todo tipo de objetos, desde prendas y accesorios personales inteligentes, hasta sistemas”. Según estudios recientes, “para el 2025, 25 millardos de cosas estarán conectadas a sistemas inteligentes en todo el mundo, generando datos equivalentes a 50 millardos de gigabytes y alrededor de US$19 millardos en la economía global en la próxima década”.
Lograr avanzar en adaptar al país para que la tecnología ayude a más personas a mejorar sus ingresos y generar mejores servicios integrados a la venta de sus productos o hacia la educación es un reto importante, donde el Gobierno debe ser un facilitador hacia la inversión en tecnología y apostar por el desarrollo de esas grandes autopistas digitales que nuestro país necesita para la mejora de la competitividad.