LIBERAL SIN NEO

Incertidumbre de grado y dirección

Optimistas y pesimistas ven en los cambios políticos la posibilidad de una coyuntura crítica; “cambios grandes, rápidos, discontinuos, y el efecto causal de largo plazo o legado histórico de estos cambios”. Es probable que actores del nuevo gobierno se ven a sí mismos como promotores de sensibles cambios económicos y sociales a través de grandes saltos. Los optimistas tienen la expectativa de que esto ocurra en una dirección que resuelva innumerables problemas y reclamos sociales al mismo tiempo que robustece el dinamismo económico y sanea las instituciones. Pesimistas temen un viraje de orientación ideológica que capture las instituciones, provea de combustible a la conflictividad social y amenace la estabilidad y dinamismo de la economía. La interrogante tiene dos componentes: uno se refiere a la posibilidad de la presencia de un punto de inflexión conducente a grandes cambios y otra tiene que ver con la dirección que estos podrían tomar.

' El sistema tiene rigideces, unas por diseño y otras por dependencia de ruta.

Fritz Thomas

El análisis de coyuntura crítica va más allá de examinar la ocurrencia de simples “ventanas de oportunidad”, provee herramientas para estudiar “los orígenes políticos y cambio de importantes arreglos institucionales que ejercen influencia de larga duración” sobre su ambiente social, económico y político. Como señala Giovanni Capoccia (2015), es intrínseco al “modelo dual” de desarrollo histórico; cortas fases de fluidez y cambio alternando con períodos más largos de estabilidad y adaptación. Se utiliza en las ciencias sociales para interpretar “una variedad de resultados y entes, desde la vida de una persona hasta el desarrollo de grupos y organizaciones y la evolución de sociedades”.

Siguiendo a Capoccia, coyunturas críticas se describen como episodios en los que la incertidumbre sobre el futuro de arreglos institucionales permite que la acción política y preferencias jueguen un papel decisivo para moldear las instituciones en una determinada ruta de evolución, En el contexto doméstico actual, el análisis de coyuntura crítica se enfocaría en la posible introducción de una etapa de fluidez que crea la oportunidad de producir cambios institucionales significativos y perdurables.

En apariencia y en expectativa, el cambio político representa discontinuidad, una marcada variación de la normalidad, excepción a la regla. Aun no hay elementos de juicio para saber si la elección del gobierno que tomó posesión es una discontinuidad, posible coyuntura crítica, o meramente una leve perturbación de trayectoria. Paralelo al grado de cambio, hay incertidumbre sobre su dirección.

El sistema tiene rigideces, unas por diseño y otras por dependencia de ruta. El propio sistema político de constitucionalismo, división de poderes, pesos y contrapesos está diseñado para proveer cierta estabilidad, certeza jurídica y resistencia al cambio radical. Hay también bastantes rigideces sistémicas difíciles de alterar. Para nadie es un secreto que en este sistema formalmente balanceado, vastos territorios institucionales están capturados por actores que lo manipulan y saquean. El país es también nervio logístico de organizaciones criminales transnacionales. Todos estos actores tienen mucho que perder y no se irán dócilmente.

Una de las principales avenidas que conduce a corromper el poder es su propia convicción de que la nobleza y urgencia de los fines que persigue justifica el empleo de todos los medios necesarios, que su misión histórica demanda su intransigencia y permanencia. Nada está preordenado y todo es contingente; ojalá que el instrumento predilecto sea la tolerancia y persuasión, no la confrontación.

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

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