POR LA LIBERTAD

Inmigrantes que enriquecen

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Quienes emigran de un país a otro lo hacen principalmente por motivos económicos. Quieren mejorar su nivel de vida. Es cierto que también hay quienes huyen de la violencia, de las extorsiones y amenazas de muerte contra ellos y sus familiares. Pero la gran mayoría lo hace por buscar mejores condiciones de vida.

La migración hacia mejores oportunidades de vida ha ocurrido siempre. Es la que hizo que en Latinoamérica tengamos tantas personas con apellidos europeos. Y no digamos Estados Unidos de América que es un país de inmigrantes. Y es que los inmigrantes están dispuestos a trabajar en lo que sea al llegar a otro país. Tienen las ganas y la disponibilidad de contribuir, crear, fajarse duro con tal de mejorar su condición actual de vida. Son emprendedores y aceptan el riesgo de dejar todo o lo poco que tienen, de sufrir las consecuencias de la soledad, de superar obstáculos y adversidades en el camino y de vivir donde sea por una vida mejor.

Ese espíritu emprendedor, que es característica de la gran mayoría de los inmigrantes, es enriquecedor en cualquier sociedad. La sociedad que los recibe con los brazos abiertos se enriquece tanto o más que los mismos inmigrantes que también se enriquecen. Es un gana-gana. Económicamente está demostrado que el inmigrante crea riqueza tanto para el país que lo acoge como para él y sus familias.

Hay inmigrantes de todo tipo, desde los que aportan mano de obra a cualquier tipo de empresa hasta los que contribuyen con sus conocimientos o su capital. Cuando vemos las ventajas que significa la inmigración hacia un país, uno se pregunta por qué en los últimos años existen tantas trabas a los inmigrantes. Estados Unidos que es el país que más inmigrantes ha recibido en la historia de la humanidad ha limitado enormemente sus visas y permisos a los inmigrantes por lo que la inmigración ilegal creció notablemente. No nos vayamos al norte, nosotros mismos en Guatemala tenemos un sistema de visas y permisos retrógrado hacia nuestros hermanos latinoamericanos. Ahora mismo, a los venezolanos que están saliendo de su país por razones obvias deberíamos abrirles nuestras fronteras para que vengan y se establezcan aquí. Pero se los negamos y les pusimos visas al igual que a otros latinoamericanos.

En Guatemala no podemos criticar con autoridad y moralidad las políticas de Estados Unidos cuando nosotros tenemos peores políticas. Nos enriqueceríamos mucho permitiendo que lo inmigrantes que quieran venir lo hagan libre y voluntariamente. Pronto, muchos de ellos establecerán empresas que crearán nuevas oportunidades para ellos y para los guatemaltecos. Sin embargo, no quieren venir muchos a nuestro país, sino que quieren irse al país del norte porque allí abundan las oportunidades de mejora de nivel de vida y aquí escasean.

' Está demostrado que el inmigrante crea riqueza tanto para el país que lo acoge como para él y su familia.

Ramón Parellada

Argumentos contra la inmigración hay muchos, pero ninguno se puede sostener económicamente. Por ejemplo, el del tema cultural me parece erróneo ya que al final los inmigrantes suelen adaptarse a las leyes y tradiciones del país que los acoge, aunque mantengan algunas costumbres. El de limitar las visas porque los sindicatos temen perder sus trabajos es un proteccionismo que no tiene sustento económico. Y el que se limite la inmigración legal porque los inmigrantes buscan la seguridad social no es problema del inmigrante, sino del Estado benefactor del país que se los otorga.

Tal vez las únicas restricciones que yo aceptaría a la inmigración, suponiendo que todos lo hagan legalmente, sería que no sean criminales, que no tenga alguna enfermedad contagiosa y que alguien los acoja o les dé un lugar para vivir sin depender del gobierno.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).