CATALEJO

Intento para explicar algo del universo de Asturias

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El miércoles se hizo la presentación de mi libro Era bello y malo como Satán, Figuras literarias de Miguel Ángel Asturias, el Tajumulco de la literatura nacional, gentilmente comentado por Delia Quiñónez y Ramiro MacDonald. Por primera vez incursiono en la prosa ajena al periodismo, y lo hago no en la ficción literaria, sino con propósitos académicos para los jóvenes estudiantes de hoy y toda otra persona de edad menor a 40 años, con la meta de despertar el interés por la obra asturiana, sumida en un olvido compartido con tantos otros excelentes escritores guatemaltecos. El premio Nobel de Literatura 1967 le abrió puertas y fama, pero haber dado vida al Realismo Mágico no lo vacunó contra la envidia ni la trapera descalificación.

' La traducción de obras de Asturias solo puede recoger la trama, no la magistral forma de llevarla a su destino.

Mario Antonio Sandoval

Gabriel García Márquez, por ejemplo, temerariamente afirmó haber escrito El otoño del patriarca para enseñarle a Asturias “cómo se hace una novela de un dictador”. Tal vez solo leyó el título, porque El Señor Presidente gira alrededor de la dictadura, no del dictador, centro de la trama, pero no mencionado. Está allí. Nada más. La obra nació a la vida pública en 1946, dos décadas después de escribirla, y el Nobel llegó solo siete años antes de morir, por lo cual duró poco el reiniciado reconocimiento a su obra. Lo atacaron y descalificaron desde ambos lados del espectro político y me lo imagino recibiéndolos impertérrito, inmóvil, muy por encima de ellos, pero cumplieron con hacer daño. Solo reeditan sus libros FyG Editores y Piedrasanta, no el Ministerio de Cultura, por supuesto.

El lenguaje asturiano recoge al español chapín de su época, ahora muy distinto. Por eso se debe explicar el significado de las palabras y también de las figuras, a veces muy complicadas porque crean un nuevo mundo conceptual. Asturias es un poeta que escribe novelas. La calidad y la catarata de conceptos dificulta la lectura y la comprensión a los lectores de hoy, en general inmersos en una realidad de simplismo conceptual agobiante. Para lograr mi meta, “recurrí a fuentes bien informadas”; es decir, a la patojada de secundaria y de otros grupos, quienes al mencionar los vocablos no entendidos me dieron el material necesario. Se lo agradezco profundamente y me satisface el interés por descubrir a Asturias, de quien solo tenían una vaga idea.

Dentro del proceso para un renacimiento mundial del gusto por la lectura se debe señalar la participación de la fantasía personal con los elementos de las obras. ¿Cómo nos imaginamos cada quien a el Pelele, al Señor Presidente, a la Mulata de Tal? De manera distinta. En las nuevas ediciones de libros llamémosles históricos, si no se realiza la ya mencionada traducción al mismo idioma de la obra se dificulta la tarea de ese renacer tan necesario. Constituye un nuevo campo con beneficios para los interesados, sin ser la literatura su principal entretención. Ahora no es indispensable una edición impresa. Se puede hacer electrónica y ello es una forma de utilizar la tecnología para divulgar la cultura.

La experiencia con los jóvenes fue positiva: de agradable sorpresa y asombro, porque nadie se los ha enseñado para entenderlo realmente. Creeré cumplida la misión de este libro si se logran ediciones adicionales, pero con el agregado de las explicaciones necesarias para mantener el interés y la admiración. Descubrí, además, la imposibilidad de traducir a Asturias porque solo se puede hacer con el argumento, pero no con la manera de expresarlo. Ejemplos: el Pelele engusanaba la calle de quejidos… el cielo baja de rama en rama… sus cuerpos rodaron por el suelo hechos una trenza de ajos… Este primer libro de mi autoría ya tiene vida propia y ojalá sea mayor a la mía.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.