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La conquista de Zaculeu en Huehuetenango
Vestigios de las guerras de conquista se pueden observar en Chiantla Viejo, un pequeño centro mam.
El conversatorio A cinco siglos de la conquista española fue realizado por la Universidad del Valle de Guatemala y la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, el sábado 17 de febrero del 2024. A continuación, un resumen de las ponencias.
Muy interesante es conocer las conquistas hace 500 años del actual territorio de El Salvador.
Chiantla Viejo y las otras guerras de “conquista” en las tierras altas mayas. Víctor Castillo lo explica así: Aunque existe documentación relativamente abundante sobre la llegada de los españoles y sus aliados del centro de México a los grandes centros de las tierras altas mayas, como Iximché, Q’umarkaaj y Zaculeu en el siglo XVI, se sabe poco sobre cómo los centros menores experimentaron las guerras de conquista.
Al tomar como base los resultados de las investigaciones arqueológicas e históricas en el sitio Chiantla Viejo, un pequeño centro mam ubicado en la cuenca del río Selegua, en Huehuetenango, se discuten algunas de las estrategias de sobrevivencia que las comunidades pequeñas emplearon durante este período crítico. Estas incluyeron, además de la guerra, la negociación con los encomenderos españoles, la conversión temprana al cristianismo y el abandono y reocupación intermitente de los centros ceremoniales.
Además, la expansión y conquista k’iche’ del altiplano occidental en el siglo XV condicionó el escenario geopolítico del altiplano guatemalteco para las guerras de conquista entre los españoles, sus aliados nahuas y los pueblos mayas de las tierras altas en el siglo XVI.
De Cuscatlán a la villa de San Salvador (1524-1545): Un breve recorrido desde las fuentes etnohistóricas y arqueológicas. Heriberto Erquicia dice: Aunque parte del actual territorio salvadoreño fue avistado por España hacia 1522, con la llegada de Andrés Niño a las costas del Mar del Sur y específicamente el golfo de Fonseca; no fue sino hasta la irrupción de Pedro de Alvarado y su ejército de españoles e indígenas aliados que inició el proceso de conquista.
Como sabemos, la conquista de Guatemala y Cuscatlán fue una extensión de la conquista de México-Tenochtitlán. Hernán Cortés había recibido noticias de los ricos territorios que había más allá de los linderos bajo el control de los aztecas; por ello, quiso extender su potestad y dominio.
Pedro de Alvarado fue estratégico al establecer nuevas alianzas. Los pueblos indígenas que se enlistaron en su ejército provenían de los principales reinos y etnias del centro de México: mexicas, tlapanecas, acolhuas, huezotzincas y tlaxcaltecas. Asimismo, se les sumarían otros grupos que se encontraban en la ruta a seguir por Alvarado, entre ellos mixtecas y zapotecas de Oaxaca.
Cuando llegaron a Guatemala, se enlistaron aproximadamente mil kaqchikeles, quienes eran enemigos tradicionales de los pipiles. Para todos estos grupos indígenas era sumamente importante participar en la lucha al lado de un ejército de conquista, ya que les brindaba oportunidades como la obtención de un botín y el ascenso social por logros en la guerra, algo que en la cosmovisión mesoamericana era comprendido.
La conquista de Cuscatlán y del resto del territorio del actual El Salvador no fue una acción militar rápida, sino más bien un proceso prolongado, marcado por fracasos para los conquistadores y los conquistados. El ejército de Alvarado era una fuerza multiétnica, compuesta por europeos, africanos y diversos pueblos indígenas. El asedio e invasión de Cuscatlán es un episodio de la conquista de Guatemala.
Por otra parte, como sucedió en muchas de las villas y ciudades hispanoamericanas, estas tuvieron distintas fundaciones, tanto en el orden de sus fechas como en la diversidad de asentamientos en donde se ubicaron. San Salvador no fue la excepción.
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