Escenario de vida

La resiliencia de los taiwaneses está a la vista

Nada hace claudicar a la República de China (Taiwán), ni siquiera el terremoto recién acaecido.

Es un hecho que nada detiene a los taiwaneses y lo hemos podido comprobar de mil formas, con su tecnología de punta, siendo el primer productor mundial de chips, o por ocupar el 4to. lugar en el mundo en independencia económica. Todo el éxito que han logrado les ha tomado apenas algunas décadas. Durante la última mitad del siglo XX, Taiwán empezó una rápida industrialización que le permitió tener un impresionante crecimiento económico. Junto a Hong Kong, Singapur y Corea del Sur, Taiwán es hoy en día uno de los denominados “cuatro tigres asiáticos”.


Entre sus grandes contribuyentes está Jensen Huang, el migrante taiwanés que pasó de lavar platos a fundar en 1993 una de las más importantes empresas tecnológicas valorada más que Google y Amazón, con el nombre de Nvidia. Se trata del gigante tecnológico de los microchips cuyo valor de las acciones pasó de US$264 a US$886, llevando su valoración total por encima de los US$2 billones. Es ahora la tercera empresa más valiosa del mundo, la que supera a Alphabet (Google), Amazon y Meta, y solo por detrás de Microsoft y Apple. Existen muchas historias de taiwaneses que han logrado transformar una isla que exportaba azúcar y camisetas en una potencia de la electrónica.


Me pregunto, ¿qué es lo que los hace tan resilientes, pese a las amenazas de China con invadir su territorio, o ante terremotos como el que sufrieron el pasado 3 de abril? Quizás sea su actitud o el amor a la superación de su patria. Lo cierto es que la mayoría de edificios soportaron el impacto de 7.4 grados de magnitud en la escala Richter, cuando hemos visto cómo, en otras partes del mundo, un impacto tan grosero ha destruido ciudades enteras. Taiwán se salvó de una mayor devastación gracias a las excelentes construcciones sólidas de sus edificios, salvo media docena de ellos. No obstante, el terremoto causó la triste pérdida de nueve personas y, por ende, me solidarizo con sus familias, así como con las 900 personas que resultaron heridas.

Al visitar Taiwán dos veces tuve la oportunidad de conocer el espíritu indomable de su gente. Es un país que lucha con ahínco.


En un par de horas, después del sismo, los niños ya estaban en la escuela y el comercio siguió pujante, como si nada hubiese pasado, aunque en las zonas afectadas la reconstrucción y la ayuda a damnificados se dio de inmediato. Me he quedado perpleja por cómo los taiwaneses muestran su fortaleza y no se dan por vencidos ante nada.


Siendo un país soberano e independiente desde 1992, el PIB de Taiwán ha venido creciendo a un ritmo medio del 4.5%, y ha pasado de un ingreso per cápita de 9.116 dólares en 1992 a 19.762 en 2012. Por este motivo, a Taiwán se le considera el 28 país más rico a nivel mundial y el 6º en Asia. Esto no es coincidencia ni se lo deben a su buena suerte. Al visitar Taiwán dos veces tuve la oportunidad de conocer el espíritu indomable de su gente. Es un país que lucha con ahínco para mantenerse donde está, siendo este factor digno de ser imitado.


El mismo día del terremoto en Taiwán, el embajador de la República de China (Taiwán), Miguel Li-jey Tsao, brindó su posicionamiento en la dinámica global, en la que se destacó la evolución económica, política, social y ambiental que ha alcanzado a nivel internacional, y su papel como socio estratégico de la región Sica, y anunció el Nuevo Ciclo de Cooperación con proyectos dirigidos a salud pública, cambio climático, protección del medioambiente marino, desarrollo de la mediana empresa y turismo sostenible. Todo ello junto al apoyo de transición energética, movilidad eléctrica y transformación digital. Al ser ellos los grandes gurús del mundo en dichos temas, será una gran oportunidad para Guatemala recibir esta ayuda e instrucción.

ESCRITO POR:

Vida Amor de Paz

Presidenta de la Fundación del Bosque Tropical. Directora general de Planeta Verde Televisión. Presentadora de Los secretos mejor guardados, de Guatevisión. Recorre el mundo filmando en cinco continentes. Es graduada de la Universidad Panamericana, en Periodismo.