LIBERAL SIN NEO

Lanzando chispas

Si usted es activista de derechos humanos, es fácil perder la cuenta del calendario ¿hoy toca bloqueo? ¿de qué es el bloqueo de hoy? Si van a pagar el día, transporte y almuerzo le conviene estar al pendiente. El pasado lunes 9 fue una jornada más de bloqueos, según nota de PL, al menos 38 puntos en la provincia y la capital fueron centros de reunión para integrantes de Codeca, quienes participaban en una “manifestación”. En una iteración más de delincuencia “justificada”, bloquearon arterias importantes con la clara intención de demostrar que están organizados y tienen presencia en todo el país. Los bloqueos tuvieron lugar poco más de una semana después del “paro nacional”; a los incautos ya se les dificulta distinguir entre paro, bloqueo y manifestación.

' Abrir la puerta para recoger el poder que está tirado en la calle en medio de la confusión.

Fritz Thomas

La diferencia entre manifestación y bloqueo es de importancia y consecuencia. La primera es vital en una república o estado democrático en la que se reconocen y existen derechos fundamentales; las personas y sus organizaciones tienen pleno derecho de hacer escuchar su voz, quejas, agravios, simpatías, deseos u opiniones, ya sea en apoyo a un equipo de futbol, en rechazo a un alcalde, una ley u opiniones diferentes. La ley debe consentirla en todo el sentido de la palabra, la autoridad garantizar su realización pacífica y voluntaria, respetando los derechos de otros; especialmente de quienes no están a favor de ella. El bloqueo, en cambio, es violencia organizada, un acto de agresión deliberada hacia otros; por tanto, las autoridades tienen obligación de reprimirla para que los demás puedan movilizarse libremente y realizar sus planes. El bloqueo es ilegal, un delito con víctimas; permitirlo compromete la precaria legalidad y seguridad en el país, provoca grandes pérdidas comerciales y personales. No a la violencia.

¿De dónde sale el dinero? Es una pregunta incómoda, y para sus protagonistas, irrelevante. Páginas internacionales en la web describen a Codeca como “una organización de campesinos y campesinas indígenas que surge en 1992 a raíz de la necesidad de vivir dignamente y cultivar la tierra”. Esto lo creen en Escandinavia. En Guatemala se tiene mejor información sobre esta organización. En el más reciente episodio de bloqueos, los dirigentes de Codeca exigieron “la renuncia del presidente Giammattei y de la fiscal general, Consuelo Porras, por ser un gobierno corrupto y por proteger a los corruptos más grandes del país”. Independientemente de la veracidad de tal afirmación, tienen derecho a manifestarse y expresar su opinión. No tienen derecho a bloquear las carreteras. Si estos son sus métodos para bajar al Gobierno, puede imaginarse sus acciones en el poder.

Exigieron también la conformación de un “gobierno transitorio que convoque a un proceso de asamblea constituyente, popular y plurinacional, para consensuar y redactar una nueva constitución que exprese la voluntad y aspiraciones de todos los pueblos y sectores del país”. Este es, en realidad, el asunto neural: provocar una coyuntura crítica, lanzar chispas que provean la combustión de un incendio de grandes proporciones que arrase con todo. Abrir la puerta para recoger el poder que está tirado en la calle en medio de la confusión, a sabiendas de que grupos organizados con propósitos específicos y preparados serán los que se posicionen.

Los paros y bloqueos carecen de relación con Giammattei, Consuelo Porras, el fiscal Sandoval o la corrupción; son ocasión para agudizar la coyuntura y crear espacios de oportunidad. Guatemala está urgida de cambios sustanciales; Codeca carece de solvencia moral para dar ejemplo.

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

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