POR LA LIBERTAD

Ley para eliminar leyes

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Los diputados han estado activos últimamente aprobando algunas leyes que representan algún beneficio económico para el país, como la ley “antitrámites”, la Ley de Zonas Francas (en realidad le hicieron modificaciones importantes, añadiendo sectores industriales que habían sido eliminados en 2016). Por otro lado, el Ministerio de Gobernación emitió un acuerdo gubernativo creando una Comisión Interinstitucional para Contribuir en la Reactivación Económica del Sector de la Construcción.

' La Ley del Ocaso eliminaría mucha corrupción y reduciría la economía informal.

Ramón Parellada Cuadrado

En cuanto a la ley antitrámites, elimina cualquier requisito que no esté especificado por ley y que se han sacado de la manga las instituciones que se supone que velan por su cumplimiento. Lamentablemente, esto solo es para trámites administrativos que se gestionen en las dependencias del Organismo Ejecutivo. Lo de las Zonas Francas fue la corrección de un garrafal error cometido en 2016, cuando dejaron fuera de las mismas a sectores que ya estaban funcionando dentro. En cuanto al acuerdo gubernativo del Ministerio de Gobernación, se pretende que la Comisión promueva las acciones de coordinación entre los ministerios e instituciones que tengan relación con el sector de la construcción, para agilizar la gestión administrativa que le compete a cada uno de ellos.

Si bien son pasos en la dirección correcta y ayudarán a simplificar los trámites, considero que es insuficiente y que, en vez de crear estas comisiones porque existen tantas regulaciones, permisos y licencias que requieren trámites para cualquier actividad que una persona libre y voluntariamente quiera realizar, lo adecuado sería eliminar ese exceso de regulaciones que nos ahogan. Para ello sugiero una ley que elimine leyes y que se llama la “Ley del Ocaso”. Esto no es nuevo, no es invención mía. Esto ya lo había propuesto hace años Manuel F. Ayau en varios de sus artículos. Tampoco es un concepto reciente. La República Romana la aplicaba para limitar leyes impositivas y de otra índole.

Guatemala está anquilosada porque sufre de una hiperinflación de leyes, regulaciones y permisos en general. Más que leyes hay legislación casuística que atrasa cualquier iniciativa sana, libre y voluntaria de inversión en el país y que generaría mucha riqueza y crecimiento económico para todos. Se calcula que, entre leyes y legislación, hay más de noventa mil prohibiciones que afectan al ciudadano común. Qué maravilloso sería crear una ley que de tajo eliminara el 90% de estas leyes y legislaciones que dudo que alguien esté consciente de que existen pero que sirven para que funcionarios corruptos hagan su agosto con el poder monopólico de su firma o sello al otorgar licencias o permisos.

¿Cómo sería la Ley del Ocaso? Ya en el pasado escribí sobre esto y sugerí que fuera así de sencilla: “se eliminan las leyes y regulaciones que después de cinco años de vigencia no sean renovadas por el Congreso de la República”. Así de sencillo. Es obvio que las leyes de nuestra Constitución no podrían eliminarse por este procedimiento, pero sería genial que toda aquella legislación casuística, con dedicación, que no sea propiamente “Ley”, es decir que no sea general, abstracta y de aplicación universal (como lo sería “No matar”, “no robar”, etc.…) pudiera estar fuera de la Constitución.

La Ley del Ocaso eliminaría mucha corrupción y reduciría la economía informal. Permitirá que los individuos en lo privado trabajen muchísimo mejor, sin temor, sin miedo, sin restricciones ridículas a quienes quieren crear riqueza y no hacen ningún daño a los demás. Se reduciría la inmigración, debido a que se crearían muchas oportunidades de mejora de nivel de vida en el país.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).