La pandemia covid-19 ha infectado a más de 660,000 personas en el mundo. Estas son semanas que ponen a prueba a todo tipo de líderes: gobernantes, gobernadores en algunos países grandes, alcaldes y legisladores. En Guatemala, el presidente de la República, médico, ha sabido liderar la prevención del coronavirus. El Gobierno reportaba ayer 34 casos positivos, entre los cuales hay un fallecido, 10 recuperados y 23 positivos en cuidados hospitalarios.

La mayoría de los casos positivos se han dado en Estados Unidos. Ya rebasa los 120 mil casos. El segundo es Italia con 92,472. El tercero es China, donde todo inició, que lleva 81.439. España reporta 78,799, Alemania 58,247, Irán 38,309, Francia 38,105 e Inglaterra 19,758. La lista sigue. Si revisamos el indicador muertes por cada millón de habitantes, el número 1 es Italia con 151 y el número 2 es España con 122. Estados Unidos tiene 5, China tiene 2, Alemania tiene 5. Guatemala solo reporta una persona de alrededor de 16 millones de habitantes.

Ha de ser muy complicado para los gobernantes decidir. Ninguno ha administrado crisis de pandemias. Guatemala, El Salvador, Singapur, Corea del Sur, Japón, y unos pocos más, al momento, tienen buen control de la situación. Sin embargo, considero que hay que ampliar el número de pruebas tempranas. Se habla de la necesidad de hacer pruebas tempranas entre 150,000 y 300,000 habitantes. El presidente Giammattei dijo el sábado que habrá para este miércoles 37,500 pruebas disponibles gracias a los apoyos del BCIE, el IGSS y Fundesa. Ese mayor número de pruebas tempranas ayudará a prevenir exponencialmente el contagio. Va de la mano con el cuidado del ser humano el tema económico. Entre más rápido se incremente el número de pruebas tempranas más rápido se atenderá un problema mayor de salud y más rápido se reactivará la economía. Debemos buscar el balance.

Guatemala ha sido administrado macroeconómicamente de una manera conservadora. El déficit fiscal de cada año oscila entre 2 y 3%, el endeudamiento del país ronda el 25% del PIB, las reservas monetarias internacionales del Banco de Guatemala son de 14 mil millones de dólares, los bancos del sistema reportan alta liquidez, la Junta Monetaria redujo la tasa líder a 2%, el Banguat estima que el crecimiento del PIB ya no será del 3.5% sino entre 0.5 y 1% —por lo menos positivo— que afectará la recaudación. El Ejecutivo resolvió su problema de presupuesto con la aprobación con 130 votos la ley de emergencia para proteger a los guatemaltecos de los efectos causados por la pandemia que se resume en Q2,350 millones.

¿De dónde saldrán los fondos para ese gasto? Propongo que el Banguat apoye con dinero de las reservas internacionales —es crisis extraordinaria— y que el gobierno llame a una amnistía fiscal y a terminar la judicialización de procesos de SAT de periodos fiscales previos a reforma fiscal 2012 y otros que sean solucionables administrativamente y pagando. Ahí reunirían unos 2,500 millones.

Debemos retomar la actividad productiva donde sea posible con los debidos cuidados sanitarios y sociales. El plan de apoyo al empresario informal del día a día debe iniciar ya. Tenemos que idear como formalizar a los informales para que cuenten con seguro social. Los profesionales que no han podido trabajar las dos semanas, necesitan ingresos. Las pymes y toda empresa cerrada la tienen difícil. Empresas que funcionan no logran cobrar su cuenta por cobrar.

Los bancos y emisores de tarjetas de crédito apoyarán en condiciones y tasas según lo han anunciado. El Congreso debe aprobar legislación que permita correr pago de impuestos 2019 al 30 de junio. A los más necesitados transferencias desde hoy —plan Mides, Maga—. Eso es parte del corto plazo. Falta aún plantear mediano y largo plazo.