Desarrollo de país
Lo primero es lo primero
Hay que voltear a ver al mundo y copiarle a quien lo haga mejor.
Tengo dos eventos muy grabados en mi mente que me han servido para razonar y tomar decisiones. Uno es de la clase de Lógica en la UFM, donde cursé un semestre universitario, donde aprendí las premisas y las conclusiones. Otro es uno que aprendí en inglés durante mis estudios universitarios de Economía en Estados Unidos: “First things first”, que se traduce a “lo primero es lo primero”.
Hay que voltear a ver al mundo y copiarle a quien lo haga mejor.
Analizando el actuar del presidente Arévalo y de su equipo, considero que aplica muy bien que no toman en cuenta que “lo primero es lo primero” en muchos temas. El discurso de la semana pasada en el Congreso de la República con motivo de la conmemoración del 39 aniversario de la Constitución Política de la República de Guatemala quedó ya en discurso aburrido y no trae novedades. Seguir con lo que el gobierno anterior hizo y no hizo y con felicitar a los diputados por asegurar su toma de posesión tiene contradicciones, porque habrá que recordar que el diputado que encabeza el grupo de semilleros en el Congreso violó la ley interna para la elección de la Junta Directiva, lo cual hizo que Arévalo tomara posesión ya en horario de 15 de enero. Y así, muchos discursos en la capital, en el interior y en el extranjero lo que hacen es que haya una percepción de que no sabe qué hacer al mando del Ejecutivo.
El haber presentado el Ejecutivo el martes de la semana pasada una iniciativa de ley para ampliar el presupuesto general de ingresos y egresos por Q14 mil 551 millones es algo muy rechazado en la opinión pública, en la oposición y por quienes tenemos experiencia en la gestión de empresa privada, donde lo clave es saber planificar y ejecutar. El presupuesto vigente es de Q116 mil 130 millones, el más alto de la historia. La ejecución del presupuesto a abril era bajísima. Están aprendiendo a gobernar y a ejecutar, por lo que si no saben administrar la cosa pública aún, no tiene sentido estar pidiendo al Congreso más presupuesto. Es mejor que aprendan, tomen experiencia y lleguen a entregables para que en el 2025 propongan más presupuesto de gastos, si fueran necesarios.
En la campaña presidencial, principalmente entre primera y segunda vuelta, Arévalo decía que el 40% del gasto público se va en corrupción. Entonces, lo que le toca al gobierno es demostrar dónde está ese 40%, usarlo apropiadamente y no pedir más presupuesto hasta que sea verdaderamente necesario.
En resumen, si las premisas son tales y tales, las conclusiones tienen que ir acorde, y si lo primero es lo primero, no puede ser que estén solo con discursos y por el otro lado pidiendo más presupuesto. Tienen que dedicarse a trabajar y a cumplir con lo que ofrecieron en campaña. Estoy seguro de que la inmensa mayoría apoyamos la “lucha contra la corrupción” que sea real y genuina, y que en la gestión pública los fondos sean utilizados responsablemente, eficientemente y de manera transparente.
Guatemala está tan atrasado en los resultados académicos del sistema de educación pública, en la calidad del servicio y el costo del sistema de salud pública, muy mal en infraestructuras que le corresponden al Gobierno y ahora creciendo la inseguridad para los ciudadanos. Es tiempo de dedicarse a trabajar arduamente en esos temas. Hay que voltear a ver al mundo y copiarle a quien lo haga mejor. Es envidiable el sistema de carreteras y trenes en la mayor parte de Europa, cómo cuidan —seguridad— las áreas turísticas en países donde el turismo les genera tanto, y sobre todo cómo son de eficientes puertos y aeropuertos en otros lugares. Estoy seguro de que el sector productivo de Guatemala estaría encantado de que el gobierno hiciera lo que ofreció hacer en materia de inversiones públicas. Es muy importante planificar bien y poner en perspectiva que lo primero es lo primero, pero para eso el líder de la gestión pública tiene que mejorar su actuar.